El subdelegado del Gobierno central en Sevilla, Ricardo Gil-Toresano, ha achacado al "alarmismo" y la "psicosis" generados por el terrorismo internacional, el incidente acontecido este pasado jueves por la noche en el aeropuerto hispalense, donde un vuelo fue finalmente suspendido tras una "falsa alarma" acontecida en la aeronave al malinterpretar un pasajero las palabras de otro pasajero que profesa la religión del Islam.
En declaraciones a los periodistas, Gil-Toresano ha apuntado que todo deriva de un "malentendido" de un pasajero del avión respecto a las palabras de otro viajero, un "ciudadano marroquí de nacionalidad española" que reside en San Pedro Alcántara (Málaga). En ese sentido, ha aclarado que esta persona que profesa la religión del Islam no había pronunciado ninguna "amenaza". "Simplemente alguien oyó una conversación y la interpretó de una forma que no era", ha dicho insistiendo en que todo ha sido una "falsa alarma" derivada de "la psicosis" y el "alarmismo" generados por el terrorismo internacional.
Según informaron a Europa Press fuentes de la Guardia Civil, los hechos habrían acontecido a bordo de un avión comercial que este pasado jueves por la noche tenía previsto despegar desde el aeropuerto de San Pablo, para volar hasta Amsterdam (Países Bajos), toda vez que la conexión entre la capital andaluza y la citada ciudad holandesa es explotada por la aerolínea Transavia.
En torno a las 21,10 horas, poco antes de comenzar el despegue, un pasajero musulmán vecino de San Pedro Alcántara que conversaba por teléfono con su padre se habría despedido de él con un formulismo religioso, extremo que otro pasajero habría interpretado como la proclama "Ala es grande", exclamación de fe de la religión del Islam.
Este pasajero habría conectado las palabras con una hipotética situación relacionada con el terrorismo, alertando de sus temores a la tripulación de la aeronave, que a su vez habrían dado cuenta del asunto a las autoridades.
Dado el caso, la Guardia Civil desplazó a sus efectivos hasta el avión, comprobando "dos veces" al pasaje y los equipajes y verificando de manera "presencial y telemática" que la persona musulmana señalada por el citado pasajero no contaba con "nada sospechoso" a sus espaldas. Las citadas fuentes de la Guardia Civil, en ese sentido, destacan el talante con el que el pasajero musulmán afrontó la situación vivida en la aeronave.
Y según el Instituto Armado, pese a la insistencia de los agentes tras no detectar "nada extraño", el comandante de la aeronave habría tomado la decisión de no despegar, con lo que el avión no habría partido hacia Amsterdam y el vuelo habría quedado suspendido hasta la mañana de este viernes.