En base a la información aportada desde el ámbito policial, las investigaciones se habían estado llevando a cabo durante los últimos tres meses, con dispositivos de vigilancia dificultados, como es habitual, por la presencia de los aguadores -en muchos casos niños que desde las esquinas detectan la presencia de la policía y alertan de su presencia-.
Obtenida la preceptiva orden judicial, los agentes practicaron la preceptiva entrada y registro en el domicilio, ubicado en la barriada de El Saladillo. En esta incursión policial se hallaron seis barritas de hachís, con una cantidad pequeña a efectos judiciales -entre 30 y 40 gramos-, si bien lo que ofrece mayores garantías para inculpar a los narcotraficantes es la intervención de 583,60 euros obtenidos supuestamente de la actividad ilegal, útiles para el corte y diversas dosis ya preparadas para la venta en la encimera de la cocina, así como un calentador para facilitar el corte y proceder a la venta de manera inmediata.
Se da la circunstancia de que El Moro había sido ya detenido por hechos similares hace tres años, y que se efectuó previamente una entrada y registro en su casa ante la sospecha de que podía tener un arma de fuego en su casa de manera ilegal.
La Policía Nacional especificó que El Moro pertenece al denominado clan de los bichos, varios de cuyos miembros han sido detenidos en años y meses anteriores también por venta de estupefacientes.
El último episodio relacionado con este clan se produjo en noviembre de 2008, cuando otros dos integrantes del clan, J.F.C. -alias El Chicho-, y su mujer, Y.A.S., fueron condenados a tres años y cuatro meses de cárcel.
Los detenidos pasaron a disposición judicial, continuándose con las investigaciones policiales para la detención de otras personas implicadas.