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Huelva

“Reírnos de nuestras miserias es una válvula de escape para España”

Alfonso Sánchez y Alberto López, más conocido como 'Los Compadres' creen que el cine debe ser el motor de crecimiento del país

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  • los compadres -

Comenzaron a ganarse el cariño del público gracias a los cortometrajes en los que interpretaban a dos compadres sevillanos, unas obras que alcanzaron los diez millones de espectadores en Internet. Después de más de 20 años juntos, como si de un matrimonio se tratase, Alfonso Sánchez y Alberto López recibieron este lunes los Premios Luz, un homenaje del Iberoamericano al gran trabajo realizado por estos dos creativos andaluces cinematográficos. ‘El Mundo es nuestro’, ‘8 apellidos vascos’, ‘8 apellidos catalanes’ o ‘Allí Abajo’, entre sus grandes trabajos.

Hemos hecho ruido después de aquel famoso primer vídeo que se le ocurrió al majara de mi colega

Volvéis a estar de moda y Huelva se acuerda de vuestro trabajo...
–(Alberto) Es un orgullo y satisfacción (pareces el Rey, le corta Alfonso). Es una responsabilidad seguir manteniendo el listón. Lo hacemos con gusto y con el ánimo de que continue. Ser premiado en un festival de tanto prestigio, con 43 ediciones a sus espaldas, en las que han pasado actores y actrices de renombre, con tanta repercusión en tantos países de Europa e Iberoamérica... es algo genial.

¿No os da la sensación de que se ha vivido mucho tiempo de espaldas a la cultura?
–(Alfonso) Si desde los poderes fácticos no se ayuda a la cultura es normal. La cultura debe estar enfocada a lo cotidiano. Un problema que tiene el sur de Europa es que la vida está muy apegada al folclore y no a la cultura intelectual. La única manera de que eso cambie es a través de las administraciones. Hay que fomentar la cultura desde la infancia y me enorgullece que, por ejemplo, aquí en Huelva vayan a pasar más de 18.000 niños a ver películas del festival. Esas son las cosas que hacen cultura y que, en un futuro, la gente vaya a estar necesitada de consumir cultura.

Decís que el cine será el motor de crecimiento de España.
–(Alfonso) Por fin se habla de la Ley del Cine. Hay que olvidar los tabúes de que la gente que se dedica al cine es de una ideología concreta o que son unos apestados. Hacemos un servicio público. Estamos en un momento de crisis y hay que analizar hacia dónde queremos ir como país. La economía, el empleo o el volumen que genera el mercado audiovisual ahora mismo en España demuestra que el cine puede ser un motor. Y hay ejemplos. California lo fue en Estados Unidos y la cinematografía francesa es un motor de un país europeo y muy cerquita nuestro. Hay que apostar por el cine y por el tejido cinematográfico y España está bien posicionada en este sentido. Por ejemplo, Juego de Tronos le ha echado la pata a grandes producciones y ha rodado en Andalucía. Estas cosas deben ser una piedra de toque para optar a vivir más allá de esperar a una gran fortuna a que aparque su yate en sitios costeros como Huelva. El turismo debe ser un complemento, no la base de un país.

¿Habéis notado ya el cariño de Huelva?
–(Alfonso) Sin duda. La relación que hemos tenido con Huelva ha sido siempre positiva. Huelva tiene un festival de cine con ya 43 ediciones y hay muchas ciudades que podrían tener envidia. Las reacciones con nuestro cine o teatro en Huelva han sido increíble porque nos han demostrado que nos adoran y que han tenido ganas de querer acceder a nuestras obras.

Como para quedarse a vivir aquí...
–(Alberto) Aquí se vive divinamente. Hemos estado en el Paseo de la Ría y aquello es fabuloso. Huelva tiene mucha luz y una gran gastronomía. Tenemos familia aquí, venimos mucho y la ciudad está creciendo muchísimo.

¿Cómo se lleva eso de estar tanto tiempo juntos? 
–(Alberto) 20 años. Nos han pasado grandes cosas como haber participado en las dos películas más taquilleras del cine español, hacer una película gracias al crowfunding, meter a casi 100.000 personas en salas de teatro... Somos partisanos del arte. Esto es cultura y hay mucha en España. No puede morir el cine cuando acaba un rodaje, y tiene que haber un respaldo de las instituciones. No hay que politizar a la cultura y hay que darle una vuelta a ese turismo de sangría y paella. 

Sois ya un matrimonio...
–(Alberto) Pues casi sí porque el otro día me llamó por el nombre de la mujer... Hemos forjado una amistad a través de los kilómetros que hemos hecho y ya somos compadres reales. Es agradable tener una compañía así en esa carrera tan solitaria como es la de ser actor. A veces vives como en la soledad de un corredor de fondo pero yo puedo decir que voy acompañado.

¿Cómo se os ocurrió aquello de ser dos filósofos de bar?
–(Alfonso) La he visto en mi cotidianidad desde que tengo uso de razón. Ser un filósofo de bar va intrínseco en el español. Y sin esa capacidad de autocrítica seguramente hubiera desaparecido España hace mucho tiempo. El reírnos de nuestras miserias es una válvula de escape para España.

¿Este 2017 es el año del ‘enterísmo’?
–(Alberto) Hemos puesto en pie la obra de ‘Compadres para siempre’ y llevamos ya 20.000 espectadores en 20 funciones. La película ‘El mundo es suyo’ la terminamos de rodar el jueves pasado y se estrenará en 2018. Hemos hecho ruido después de aquel famoso primer vídeo que se le ocurrió al majara de mi colega. Estamos en el año de los ‘compadres’ y esperamos que sea un bienio o trienio.

De aquí a nada estará el ‘enterísmo’ en la RAE...
–(Alfonso) Tenemos a un infiltrado allí que es Arturo Pérez Reverte, que es el tercer compadre. Lo tenemos metido y él poco a poco va a ir extendiendo el ‘enterísmo’ entre los miembros de la Academia. Si metió grafiti, cualquier día nos mete el ‘enterísmo’. Tiempo al tiempo.

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