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Torremolinos

El Ayuntamiento recuerda que el uso de venenos como cebo es ilegal

Asimismo, el Consistorio de Torremolinos avisa que está penado con cárcel y hasta 300.000 euros de multa

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  • Agentes de medio ambiente
  • La Consejería de Medio Ambiente de la Junta tiene en marcha un dispositivo especial junto al SEPRONA para su prevención y eliminación

Desde el Ayuntamiento de Torremolinos se ha puesto en conocimiento de la campaña de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, que ha convertido la lucha contra el uso de venenos en una de sus prioridades. Como principal medida ha puesto en marcha la Estrategia Andaluza contra el Veneno (EAV), en colaboración con el SEPRONA, con el fin de despertar la concienciación social y la prevención del uso de venenos, así como la realización de actuaciones policiales.
Los venenos más usados son el aldicarb (prohibido desde 2007) y el carbofurano (también prohibido en la Unión Europea), ambos tienen forma granulada y una variedad de colores que van desde el negro al gris, pasando por varios tonos de azul. A pesar de su prohibición, aún hay almacenados una gran cantidad de estos productos, lo que supone una ilegalidad y un peligro para la salud pública.
La colaboración ciudadana es imprescindible, así que ante cualquier sospecha de envenenamiento o almacenaje de productos ilegales se ha de contactar con la Consejería de Medio Ambiente de Málaga llamando al número 951038300, la cual actuará en consecuencia. Cabe recordar que el uso de venenos es un delito que prevé penas de cárcel y conlleva multas de hasta 300.000 euros.
El uso de cebos envenenados es una práctica por desgracia bastante extendida en el territorio español a pesar de que están prohibida desde 1983 por las graves consecuencias que conlleva sobre poblaciones de especies protegidas, llegando a estar algunas incluso en riego de extinción. Por otro lado, no solo el medio rural se ve afectado por esta práctica, en el ambiente urbano se ha usado con el objetivo de dar muerte, de manera deliberada, a animales domésticos como perros y gatos. Además, también pueden suponer un peligro para los niños y niñas más pequeños, ya que se asemejan, por su forma y color, a diferentes golosinas.

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