Memorias en gris y azul es la biografía de Antonio Padillo, la biografía de un inspector de Policía que vivió el militarismo de un cuerpo, no militar, que estaba muy alejado del pueblo como era la Policía Armada y que después se integró en esa democratización de un Policía Nacional muy cercana. De ahí el gris y el azul que ha volcado en negro sobre blanco el periodista Germán Miguel Fonteseca. Germán Fonteseca y Antonio Padillo, mano a mano, presentarán este miércoles, a las 20 horas en el refrectorio de Los Claustros de Santo Domingo “Memorias en gris y azul” (una vida de vocación y servicio en el Cuerpo Nacional de Policía). Los beneficios de este libro, por propia iniciativa de sus autores, irán destinados a la Fundación Huérfanos del Cuerpo Nacional de Policía que, según significa Antonio Padillo, “hacen una labor extraordinaria de apoyo a las viudas, a niños y niñas discapacitados, que hacen campamentos de verano para los huérfanos y demás. Yo desde el primer momento dejé claro que no quería economía sino que si el libro dejaba un euro ese tenía que ir destinado a una obra solidaria, como va a ser el caso”.
El libro, que se puede encontrar en el acto de presentación y, posteriormente en Comisaría de Policía, aunque también se va intentar vender en grandes superficies y en librerías de la ciudad, nació de una forma casual según cuenta Antonio Padillo ya que “un día hablando con Germán, que era compañero vuestro y cubría esa parcela informativa, hablamos de la posibilidad de un libro. La realidad es que es lógico el entendimiento, cada uno en su parcela, del Policía y del periodista. Intimamos. Él hizo un punto y aparte en su vida laboral, retornó a Jerez, nos volvimos a encontrar, aunque nunca perdimos el contacto, en una boda y retomamos la idea de contar la historia de un Policía”. Un policía que, apostilla Germán Fonteseca, pertenece a una saga importantísima y de ahí la importancia de este testimonio. Un testimonio que ha sido “ un parto, nueve meses, desde que nos sentamos el primer día hasta la presentación, aunque la redacción me ha llevado unos cuatro aproximadamente”
Cuatro meses de redacción de una vida en gris y en azul “se -comentaba Padillo- trata de dos etapas tan significativas que quien no quiera ordenar sus memorias tampoco tendrá ordenado su futuro. Yo ingresé en la Policía Armada en el año 1997, después del franquismo, pero allí aún había un régimen militar, represivo si se quiere y después llegó este actual Cuerpo de Policía Nacional con una policía democrática, aceptada por el pueblo por lo que somos, estando donde tenemos que estar. Son dos etapas totalmente diferentes y de eso se habla en este libro”.
Un libro en el que Germán destaca que “Antonio se desnuda totalmente y se hace un repaso generalizado de lo que ha ocurrido en cada sitio en el que ha estado destinado, tanto en los problemas sociales que ha atravesado como en lo que pudo ocurrir en un partido de fútbol o sus vivencias en un choque en el que se puso de portero porque faltaban jugadores en un choque de regional en Madrid, o sus vivencias en el Acero de Sagunto. Es un repaso generalizado a sus vivencias, incluso privada como cuando estuvo a punto de dejarlo todo” Vivencias de Badajoz, Madrid, Sagunto, Santurce, El Puerto, Barcelona, Algeciras y Jerez, ciudades que han conocido la entrega y profesionalidad de Antonio Padillo, inspector de la Policía Nacional y presidente de la Asociación Santo Ángel de la Guarda que “quizá ha venido a cubrir ese vacío que se tenía cuando un compañero después de 40 años se jubilaba. Era todo muy frío y eso lo hemos cubierto”.
“La gente se quedará con lo social más que con lo policial. La camaradería existente después de años de apretura y esa nueva Policía democrática”. Eso y las historias en sus más de trescientas páginas de hechos como su enfrentamiento con el entonces ministro Abril Martorell o la persecución, la identificación y la no detención del hermano del etarra Toledano Gavira en La Alcubilla.