La granizada que en la noche del pasado jueves precipitó sobre la localidad sevillana de Aznalcóllar tuvo su origen en el paso de una línea de turbonada --un aumento repentino y fuerte de la velocidad del viento que suele ser asociado a tempestades, tales como lluvias, tronadas o nevascas-- en la que estaba embebida la tormenta que descargó sobre el municipio por un espacio de tres minutos.
Los datos facilitados a Europa Press por la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) apuntan asimismo a un gran aparataje eléctrico en forma de rayos, hasta 39 --36 de descargas negativas, de nube a tierra, y tres positivas, de tierra a nube--, que impactaron sobre Aznalcóllar, en un radio de 20 kilómetros, en el periodo temporal comprendido entre las 21,46 y las 22,31 horas.
Para ser clasificado como turbonada, el incremento de la velocidad del viento debe ser de al menos 8 metros/segundo (16 nudos) y debe alcanzar una velocidad mínima de 11 metros/segundo (22 nudos) durante por lo menos un minuto de duración. Este fenómeno suele ocurrir en regiones con fuertes caídas de alturas de medio nivel o enfriamientos troposféricos de nivel medio, que fuerzan fuertes movimientos ascendentes en el límite de la región de enfriamiento, que luego inducen movimientos descendentes locales a su paso.
El fenómeno de este jueves en Aznalcóllar, reconocido como granizada singular severa, está recogido en el Sistema de Notificación de Observaciones Atmosféricas Singulares (Sinobas) de la Aemet y supuso que en el municipio se formara una capa nevada con un espesor que llegó a alcanzar los 20 centímetros.
Según ha explicado a Europa Press el alcalde aznalcollero, Juan José Fernández, la tormenta de granizo ha sido verdaderamente "tremenda" y ha dejado "acumulaciones de hielo de hasta 20 o 30 centímetros" sobre el suelo: pese a lo "llamativo" de la tormenta, de carácter "histórico" a cuenta de su intensidad, las incidencias se habrían reducido al atasco de algunos imbornales y desperfectos en algunas cubiertas de vivienda.
El alcalde, en ese sentido, ha expuesto que la mañana de este viernes ha sido movilizado un dispositivo especial de trabajadores municipales, para despejar las calles y reparar los desperfectos que hubiese. "Ha sido una granizada como nunca antes se había visto. Caía sin parar", ha relatado.