Sin embargo, el camino ha sido más complejo que en años anteriores. La crisis económica generalizada ha provocado que, aunque el proyecto haya podido ser de nuevo una realidad, sólo alcanza la mitad de acogidas que el pasado año.
En los últimos meses, el colectivo temía que las dificultades económicas por las que atraviesa la asociación repercutieran en la llegada de los niños.
No obstante, gracias a las diferentes actividades que la AAPS ha llevado a cabo durante todo el año en la comarca como sorteos, tómbolas, cenas benéficas o mercadillos, y a la ayuda desinteresada de las familias de acogida, se desarrolla una vez más una nueva edición del programa Vacaciones en paz.
Los Ayuntamientos del Campo de Gibraltar, sin embargo, no han aportado ninguna subvención económica a la asociación de saharauis, lo que ha dificultado que el colectivo consiguiera los 30.000 euros que cuesta llevar a cabo el programa solidario ya que, según explicó la presidenta de la entidad, Susana García, “por muchas actividades que realicemos durante todo el año es imposible cubrir todos los gastos necesarios para sufragar el programa”.
Asimismo, García agradeció a las familias del Campo de Gibraltar que han acogido a los niños saharauis que “además de hacerse cargo de los gastos que supone la manutención de los niños, hayan ayudado a que el proyecto sea posible gracias a su colaboración, además de varias clínicas oftalmológicas y dentales que se han ofrecido a prestar sus servicios de forma gratuita”.