Una banda dedicada a la venta de productos hortofrutícolas sustraídos en campos de Almería, Granada y Málaga, que realizó 24 robos y hurtó 26.500 kilos de frutas y verduras, ha sido desmantelada tras la detención de seis personas supuestamente implicadas en los hechos.
La investigación realizada por la Guardia Civil y la Policía Nacional de forma conjunta ha culminado con las detenciones de estos seis supuestos integrantes del grupo, varones de edades comprendidas entre los 20 y los 53 años, de los que la mitad son de nacionalidad española y los otros tres de procedencia rumana.
En la operación se han recuperado casi 800 kilos de calabacines sustraídos en Almería, tres furgonetas utilizadas por los artífices y 3.300 euros en efectivo, después de que el 9 de noviembre comenzara la investigación a partir de la comisión de un robo con fuerza en Vélez-Málaga (Málaga), que terminó con siete detenidos.
Según el comunicado del Ministerio del Interior, las pesquisas "apuntaban" a que el grupo debía contar con una infraestructura superior para dar "salida" a los productos obtenidos por medio de robos y hurtos, lo que les condujo a una investigación de la Guardia Civil en Motril (Granada).
El trabajo conjunto de ambos cuerpos les guió hasta Roquetas de Mar (Almería), donde se asentaba una red dedicada al robo de frutas -mangos y aguacates-, e identificaron a un hombre encargado de planificar los robos, organizar y trasladar a las "cuadrillas" y entregar los frutos al vendedor, el principal investigado.
El considerado "cabecilla" era un empresario de la provincia almeriense dedicado a la compraventa de frutas y verduras que utilizaba su posición de mayorista para hacer pasar los productos por "legales" y los envasaba y camuflaba entre otros de menor calidad para ser vendidos a minoristas, sobre todo en mercadillos.