Cuando Pablo Lorenzo, entonces delegado provincial de la Consejería de Obras Públicas, hoy Fomento y Vivienda, presentó el proyecto del tren tranvía en el Ayuntamiento y en Acosafe, manifestó que el tren tranvía no afectaría a la celebración de la Semana Santa, pues estaba contemplado el uso de lanzaderas desde la Venta de Vargas hasta la rotonda de la Ardila. Se le preguntó por los cables y por su eliminación, como entonces se proyectaba y hoy es realidad en Sevilla, y dijo que “eso no está contemplado”. Acto seguido se reunió en la sede de la Asociación de Comerciantes de San Fernando y éstos le condicionaron el tranvía a la construcción de aparcamientos y a la accesibilidad al centro comercial abierto.
La alcaldesa estuvo en el último pleno de hermanos mayores y animó a colaborar en el traslado de la Carrera Oficial, pero en el interior de los hermanos mayores y de los cofrades no están por el acuerdo y son varios motivos.
Por un lado, el público que alberga actualmente la Carrera Oficial quiere palcos y éstos no caben al completo en la Plaza del Rey.
Por otro lado, las cofradías no quiere hacer de la Plaza del Rey la Carrera Oficial, ya que es una zona rodeada de bares, de los que intentan evitar para no romper el sentido catequético de la estación de penitencia.
Asimismo, a las hermandades o al Consejo de Cofradías no se le ha consultado nunca la posibilidad del cambio de la Carrera Oficial. Tan sólo formaba parte del proyecto electoral del PSOE isleño para ejecutar en estos cuatro años. De ahí que surjan ahora voces en contra de un cambio de la Carrera Oficial de la calle Real.