El Sevilla que saltaba a los terrenos de juego por encima de los Pirineos con miedo o dubitativo parece haber pasado a la historia. Sin saber aún, como defiende su presidente, si este equipo aún no ha tocado techo, anoche en Zagreb consiguió algo más que tres puntos, ya que dio un golpe encima de la mesa para demostrar que ha llegado a la Champions para quedarse, y para intentar que el fútbol español siga mandando en la máxima competición del fútbol del viejo continente, pero también con acento andaluz.
Con algunos cambios con respecto a su última excursión europea, el Sevilla salió a ganar desde el primer pitido. Adil Rami, tras superar una lesión, volvía a la defensa. El delantero galo Wissam Ben Yedder no entraba en la alineación titular, y era el argentino Franco Vázquez el elegido para ayudar en la delantera a su compatriota Luciano Vietto, mientras que también entraban en el once por la derecha el argentino Gabriel Mercado y el brasileño Mariano Ferreira.
Bien es cierto que se puede entender que el partido, al menos en la primera mitad, pudo estar condicionado por la lesión del local Antoli, que tuvo que dejar su sitio a Fioli cuando solo se había jugado un cuarto de hora, pero la superioridad de la que Sampaoli no quería escuchar ni hablar antes del partido para los suyos parecía evidente en la fría y lluviosa noche croata.
A falta de que la red de las porterías se moviese, los que más se movían en el terreno de juego eran Stojanovic y Vitolo, que protagonizaban el duelo de más intensidad defensa-ataque del encuentro, hasta el punto de que con solo unos minutos de diferencia ambos vieron tarjeta amarilla. Con la intensidad que el Sevilla le estaba metiendo al partido parecía claro que el gol tardaría más poco que tarde en llegar, y llegó gracias al remate de Nasri a los 37 minutos, cazando de forma perfecta un centro de Mariano. Tres goles en siete partidos para el francés hablan bien a las claras de que su nivel es clave para este Sevilla de la era Sampaoli.
Antes del gol, Vázquez había fallado un par de oportunidades, pero el Sevilla dominaba la parcela ancha del terreno de juego, mostrando una personalidad que dice mucho a favor de un equipo que parece decidido a no pelear este año por la UEFA League, pero porque llegue lejos en la Champions, cuyo pase a octavos se le ha resistido en los últimos años.
Siguió el dominio
En la segunda mitad el cuadro no cambió. El Sevilla mantenía el control del esférico, y las llegadas al área blanca por los croatas casi no existían.
Posiblemente nadie habría apostado por que el Sevilla disputaría a la vecchia signora el liderato de su grupo en la fase previa de la Champions, pero los siete puntos no han sido fruto de la casualidad. Ahora, cambio de chip, que el domingo llega el Atleti.
Ficha:
Dínamo de Zagreb: Livakovic; Stojanovic, Sigali, Schildenfeld, Sosa; Pavicic (Jonas, 51’), Benkovic, Knezevic (Henríquez, 87’), Antolic (Fiolic, 15’); Soudani y Fernades.
Sevilla FC: Sergio Rico; Nico Pareja, Mercado, Rami; Mariano, N'Zonzi, Escudero; Franco Vázquez (Iborra, 89’), Nasri, Vitolo; Vietto (Ben Yedder, 65’).
Goles: 1-0 m. 37: Nasri. .
Árbitro: Michael Oliver (Inglaterra). Amonestó a los locales Stojanovic (m.30) y Jonas (m.65), y a los visitantes Vitolo (m.28) y Nico Pareja (m.62).
Incidencias: Encuentro de la tercera jornada de la fase de grupos de la Liga de Campeones (Grupo H), disputado en el estadio Maksimir ante unos 12.000 espectadores, entre ellos unos 200 sevillistas. Césped en buen estado a pesar de que llovió durante todo el partido. En el palco de autoridades estuvo, entre otros, Davor Suker, presidente de la Federación Croata de Fútbol y que, como jugador, militó en ambos equipos.
