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Málaga

La Audiencia de Málaga condena a 43 años al asesino confeso de La Luz

Miguel Ángel reconoció en el juicio que mató a su ex pareja y al hijo de ambos de cinco años en el interior de la vivienda.

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  • Un momento del juicio -

La Audiencia de Málaga ha condenado a 43 años de prisión al hombre que un jurado popular declaró culpable de asesinar a su expareja y a su hijo de cinco años en el barrio malagueño de La Luz en septiembre de 2013.

Según se declara probado en la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, el acusado mantuvo una relación sentimental con la víctima de 2006 a 2013 y durante la convivencia, en especial desde su ruptura, el acusado sometió a ésta "a llamadas constantes, hostigamientos con mensajes, insultos, manifestaciones del tipo que sería suya 'sí o sí', controlándola a través del menor".

 El día de los hechos, el 22 de septiembre, el acusado "acechó" su expareja Estefanía "cuando ésta salió de su domicilio para ir a cenar con sus amigas y la esperó al regreso". En esta época y en fechas anteriores, señala la resolución, la víctima "fue sometida a violencia habitual sin ningún tipo de capacidad de libertad o decisión".

Esa noche, según consideraron probado los jurados y recoge la sentencia, el acusado fue a la casa de la mujer y se produjo una discusión entre ambos, en la que el hombre, "con la intención de acabar con su vida y en ejecución de un plan preconcebido", en un descuido de ella "por sorpresa", le clavó un arma blanca en la cabeza, tras lo que le provocó la muerte por asfixia.

Al comprobar que el niño Aarón había presenciado lo ocurrido y estaba llorando y gritando, dice la resolución, se fue hacia él y "con el mismo propósito de acabar con su vida, le obstruyó los orificios respiratorios", lo que provocó su muerte inmediata. El padre de la mujer descubrió al día siguiente al acusado acostado entre los dos cuerpos.

En ese momento, el hombre arremetió contra el padre de la víctima y también luego contra la madre. Tras huir con un coche, fue parado por la Guardia Civil al haber cometido una infracción y cuando policías locales acudieron a detenerle, intentó evitarlo, provocando a los agentes algunas lesiones.

Se le condena por dos delitos de asesinato, uno de coacciones, otro de malos tratos habituales, cuatro de lesiones y un delito de resistencia en el momento de la detención. Se aplica el agravante de parentesco. Además de prisión, se le impone el pago de 950.000 euros a los familiares de las víctimas y a indemnizar a los padres y a los agentes por las lesiones sufridas.

La magistrada-presidenta del Tribunal del Jurado encargado de este caso señala en la resolución que "ambos ataques mortales fueron bruscos, súbitos e inesperados, sorprendiendo totalmente desprevenidos a las víctimas, especialmente frágil y vulnerable en el caso del pequeño, dada su corta edad". Los jurados apuntaron que el hombre actuó "de manera consciente y sin dar posibilidad de defensa" a las víctimas.

Sobre el delito de malos tratos, incide en los "hostigamientos, los insultos y las amenazas que el acusado profería contra la mujer de manera habitual y que culminaron con su muerte"; mientras que del de coacciones señala que se acredita por "el control, las vigilancias y seguimientos ejercidos".

La Fiscalía mantuvo durante todo el proceso que el hombre lo hizo porque su expareja "había elegido la libertad" y había decidido romper definitivamente la relación unos meses antes de los hechos.

El acusado reconoció los hechos y dijo que "en 24 horas arrasé con todo, destruí dos familias, me desboqué". "Ese día no era yo, aunque eso no quite la evidencia de los hechos y que me arrepienta", manifestó.

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