El Ejército iraquí comenzó hoy una ofensiva para arrebatar de manos del grupo yihadista Estado Islámico (EI) la ciudad de Faluya, situada a 50 kilómetros al este de Bagdad, en la provincia occidental de Al Anbar.
El ataque, que lleva preparándose durante semanas, fue anunciado esta madrugada por el primer ministro Haidar al Abadi, en un discurso televisado, en el que subrayó que "el momento de la liberación de Faluya ha llegado".
"Se acerca el momento de la victoria decisiva, y a 'Daesh' (acrónimo árabe del grupo terrorista Estado Islámico) sólo le queda la opción de huir (...) La bandera de Irak ondeará alto sobre Faluya", dijo Al Abadi.
El jefe del Gobierno iraquí prometió "rasgar los estandartes negros de los forasteros que han secuestrado la ciudad", para devolvérsela a sus ciudadanos y a todo el pueblo iraquí.
El Ejército iraquí instó ayer a los habitantes de Faluya a abandonar la localidad en previsión de una amplia ofensiva militar.
"Instamos a todos los ciudadanos que todavía se encuentran en el interior de Faluya a que se preparen para salir de la ciudad por los caminos seguros, que les serán indicados próximamente", indicó la Célula de Información Militar en un comunicado.
En la denominada "operación para la liberación de Faluya" participan, además del Ejército, la Policía y las fuerzas antiterroristas, las milicias chiíes Multitud Popular y las tribus suníes de la región, que contarán con cobertura aérea.
El Ejército pidió asimismo a los habitantes de esta urbe que se alejen de las sedes del EI y que eviten las agrupaciones de yihadistas, porque podrían ser blanco de ataques aéreos.
También solicitó la colaboración ciudadana para ayudar al Ejército en su avance y que, en caso de que no puedan abandonar la ciudad, levanten una bandera blanca donde se encuentren.
La provincia de Al Anbar ha estado desde enero de 2014 parcialmente bajo control del EI, que perdió en diciembre pasado la capital provincial, Ramadi, pero mantiene todavía en sus manos la ciudad de Faluya, la segunda en importancia de la región.
El pasado abril, la ONG Human Rights Watch denunció que los habitantes de Faluya sufren una grave situación de hambruna debido al bloqueo de las fuerzas gubernamentales.
Según la ONG, que pidió al Gobierno la entrada de ayuda y al EI que dejara a la población abandonar la ciudad, los habitantes solo comen pan elaborado con semillas de dátil y sopas de hierba, dijeron activistas que están en contacto con familias de Faluya.