La plantilla de la sociedad Parque Isla Mágica S.A. (Pimsa), gestora del parque temático de Sevilla, ha acordado este jueves en el seno de una asamblea general, emprender movilizaciones a cuenta del "bloqueo" que sufre la negociación del nuevo convenio colectivo, según ha informado a Europa Press Ana Pérez Luna (UGT), presidenta del comité de empresa.
Recordemos que el pasado mes de noviembre, el comité de empresa y la dirección de la sociedad Parque Isla Mágica S.A. constituían el comité negociador del que debe ser el segundo convenio colectivo en la etapa abierta con el desembarco del grupo galo Looping Group en el emblemático recinto hispalense, donde trabajan algo más de 350 personas.
Ana Pérez Luna señalaba entonces que dos años después de que Looping Group se hiciera con el accionariado de Isla Magica, comprometiéndose a reflotar la empresa, ampliar la oferta y generar mas trabajo, especialmente para el colectivo de trabajadores fijos discontinuos, los representantes de la plantilla decidieron adelantar la denuncia del convenio colectivo, que expiraba el 1 de julio de 2016, para desencadenar la negociación de un nuevo documento.
Exponía, en ese sentido, que Looping Group no habría cumplido con los compromisos alcanzados con la plantilla, porque aunque la carga de trabajo ha aumentado, ese trabajo ha sido canalizado a través de "externalizaciones" y contrataciones "temporales" de personas ajenas a la plantilla consolidada del parque y con "la misma categoría profesional de los fijos discontinuos", que "llegan muy justos a acceder a las prestaciones por desempleo" que les permiten sostenerse durante el tiempo en el que no trabajan en Isla Mágica.
Dado el caso, la asamblea de trabajadores celebrada este jueves se ha saldado con un apoyo del 80 por ciento al inicio de movilizaciones. La primera acción consiste en un "paro parcial" el primer día de la temporada, el 16 de abril a las 11,00 horas, con una concentración a las puertas del recinto.
La principal reivindicación se centra en la jornada laboral del personal con condiciones más precarias, que son fijos discontinuos por horas, quienes constituyen el 82 por ciento de la
actual plantilla. Se reclama una jornada laboral estable de ocho horas porque "la mayor carga de trabajo que está generando el mayor número de visitas está revirtiendo en subcontratación y contratación temporal" y "toca estabilizar a esta plantilla".
Tal medida, según el comité, "generaría un coste cero a la dirección empresarial, pues se trataría de una redistribución de horas, un trasvase de horas destinadas actualmente a la contratación temporal, hacia el personal fijo discontinuo por horas que en la
actualidad no tiene garantizada la jornada completa".
