Noticia muy negativa la que este martes se conocía tras el comunicado oficial por parte de los servicios médicos del Betis, que han confirmado el peor de los presagios para el Cristiano Piccini, quien dice adiós definitivamente a la temporada.
Aquello que en un primer momento parecía que derivaría en un esguince, con el paso de las horas, cobraba con fuerza la posibilidad de que la dolencia se acabara agravando y así ha sido; pues el lateral italiano padece una rotura del ligamento cruzado anterior y desinserción distal del ligamento lateral externo.
El jugador, que será operado en los próximos días, tendrá un proceso de recuperación de entre seis y siete meses. Circunstancia que desde luego, obligará a buscar una alternativa al director deportivo de la entidad verdiblanca, Eduardo Macià, quien tendrá que anotar en su agenda un nuevo refuerzo casi con toda seguridad, ya que únicamente se cuenta por Francisco Molinero para esa zona.
Una más probable incorporación que habrá que atajar en el mercado invernal que se suma a las necesidades ya consabidas por la secretaría técnica bética como las del central, el extremo zurdo y el futbolista de ataque; lo que haría elevar hasta a cuatro los fichajes demandados para equilibrar una plantilla coja en las principales líneas del campo.
Veremos cuál es el 'modus operandi' que va a llevar a cabo Macià a diez días para que el mercado cierre sus puertas y con la asignatura pendiente añadida de rubricar algunas salidas más que deben ejecutarse en breve.
Westermann no avanza
La enfermería en el Betis suma y sigue, pues a la lesión de Piccini, hay que añadirle otra de importancia aunque bastante menor en gravedad, como la del alemán Heiko Westermann, quien ha regresado de Alemania con un diagnóstico similar al que le ofrecieron los servicios médicos del club bético; por lo que continuará con su recuperación a las órdenes de Fran Molano.
