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Maldita Navidad

“Creo que aún con la certeza de la muerte, a veces tan cruel, existen el amor y la belleza, y siempre hay motivos para la esperanza”

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Como todos los años he felicitado las Pascuas a un amigo lejano, que hace pocos meses ha enviudado. Su mujer, joven aún, murió a consecuencia de una enfermedad rapidísima que, lógicamente, ha dejado a mi amigo hundido en el mayor dolor y desesperación.
¿Y cómo felicitar las fiestas a un hombre herido?, me preguntaba yo. ¿Qué ponerle en una postal que no signifique ahondar más en su herida? Como casi siempre la respuesta salió sola: cogí la postal y escribí: “Querido M.: A pesar del dolor, la vida tiene sentido. Feliz Navidad y un abrazo fuerte a tus hijas”.


Y ahora dirán ustedes, también preguntándose: “¿Cómo titula éste su artículo de hoy, día de Nochebuena, como Maldita Navidad?” “¿Es que el anís se le ha ido por otro lado?”. No. No se preocupen. Lo que pasa es que he copiado nada más y nada menos que a Raphael, uno de los mejores cantores navideños que tenemos. En una de sus canciones habla de la maldita y bendita Navidad, porque es verdad que ante las sillas vacías de los que cayeron, la Navidad se convierte en un tormento. Así me imagino yo la Navidad de mi amigo, la Navidad de muchas criaturas que sufren, que han perdido a seres queridos durante este año y que van a probar los turrones más amargos de este mundo.


Maldita Navidad, sí. Pero qué bendita. Qué grande la conmemoración de un nacimiento que cambió el mundo, que introdujo el Amor en el mundo. Maldita Navidad que con su ternura va a hacer llorar a muchos, va a enfrentar a muchos con el dolor y el desamparo.


Pero todo tiene sentido. No se lo escribí a mi amigo por conformarlo. Se lo escribí porque lo creo, porque creo que aún con la certeza de la muerte, a veces tan cruel, existen el amor y la belleza, y siempre hay motivos para la esperanza. Por eso, queridos lectores, a todos, a los que vamos a vivir unas Navidades tristes, amargas, o a los que vamos a tenerlas plenas de felicidad, sin sillas vacías, feliz Nochebuena y un año dieciséis lleno de todo lo mejor. Feliz Navidad. Maldita y bendita Navidad.

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