Está llegando a lo más alto de su carrera deportiva en un ascenso fulgurante. La vida de Alhambra Nievas ha dado un giro en tan solo tres años que la está elevando a la cima del arbitraje internacional coronando una completa temporada con la candidatura a mejor árbitro mundial.
¿Cómo recibió la noticia sobre la nominación?
–Todavía no me lo termino de creer. Me iba a Suiza a pitar un torneo europeo y me llegó una carta del presidente de la World Rugby, Bernard Lapasset, que me informaba de que era una de las tres nominadas a árbitro del año junto al francés Jérôme Garcès y al galés Nigel Owens, justo vencedor. Fue un privilegio y estoy súper contenta.
¿Cómo vivió la gala?
–Me tuve que comprar el vestido, los zapatos y todo allí en Suiza porque, evidentemente, no llevaba un vestido de gala en la maleta. Fue muy impresionante estar entre lo mejor del rugby mundial reunido como la selección de rugby de Nueva Zelanda (All Blacks), recién coronados campeones del mundo, y muchos compañeros a los que admiro. La verdad es que lo pasamos muy bien.
Ha sido una rápida evolución en su trayectoria arbitral. ¿Se lo esperaba?
–Nunca me hubiera esperado algo así. Es muy difícil estar. Entiendo el mensaje que se manda con la nominación, es un respaldo al arbitraje femenino que va en crecimiento y que está subiendo de forma general. Me lo tomo como un voto de confianza, un reconocimiento al trabajo que llevo haciendo estos años que ha sido duro.
Ha comentado que se envía un respaldo al arbitraje femenino. ¿Quizá sea el rugby el deporte que más este apoyando esto?
–Sí, pero en general, no solo el arbitraje. El rugby femenino está en auge tanto en modalidad quince como siete, que al ser olímpica en Río se celebran muchos torneos. Va para arriba y se están haciendo las cosas bien.
¿Hay diferencia entre arbitrar división de honor masculina a élite femenina mundial?
–La gente cree que hay más diferencias, no hay tanta. El máximo nivel internacional femenino es muy exigente y los datos del gps, como el consumo calórico, y las sensaciones que tengo de exigencia en el partido no son tan distintas. Quizá al nivel que arbitro hombres haya más contacto y tengan un puntito más de ritmo de juego ellos.
¿Qué cualidades son las más importantes para llegar a ser un buen árbitro?
–Lo que distingue a un buen árbitro de otro excelente es como gestiona la presión. Que seas capaz de arbitrar igual en un campo donde hay ochenta mil personas y en juego haya algo muy grande; que en otro terreno de juego donde no haya nadie. Es una clave.
¿Podríamos decir que esta candidatura es un paso grande para que esté en Río?
–Es importante. Es un mensaje de confianza y reconocimiento al trabajo que hemos hecho hasta ahora, al trabajo de equipo. Hay mucha gente que influye en que Alhambra Nievas esté haciendo bien las cosas. Es un pasito y algo bueno para llegar a Río aunque hay que seguir trabajando y el contador se pone a cero porque es una temporada nueva.
¿Y llegar a los Juegos sería tocar techo?
–Nunca se toca techo. Después de ir a las olimpiadas el techo es pitar la final en esta competición. Yo creo que los objetivos tienen que ser pequeños: mejorar tu forma física, tu visión al arbitrar, el manejo de la tensión... y si los consigues, te llevan a los objetivos grandes. El techo es hasta donde lleguemos pero sería muy grande estar en unos Juegos Olímpicos como deportista, increíble.
¿Qué objetivos se marca esta nueva temporada que comienza?
–El punto de partida son las Series Mundiales femeninas en Dubai y es importante que nuestros estándares sean altos. En febrero y marzo comienza el Seis Naciones femenino y seguimos con series mundiales hasta, espero, Río, en agosto. Al final del primer trimestre del año se anunciarán los árbitros que irán.