El secretario de organización de FIA-UGT, Fernando Barba, aseguró que “en las asambleas de CCOO y UGT se decidió presentar mañana (por hoy) en el Cemav la convocatoria de un referéndum, para el próximo martes día 26 a las 19.00 horas”.
En principio, la convocatoria a celebrar en la propia planta tendrá como único punto del día “la votación del convenio colectivo que se ha negociado”.
Barba recordó que “los compañeros de CCOO del comité de empresa hicieron caso omiso a la legalidad e impusieron las normas de votación, incorporando a 20 ex trabajadores de la empresa generados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) aprobado por la Junta”.
Desde UGT se incidió en que “se ha producido un aviso de bomba en el edificio de los sindicatos en el momento de la asamblea. Esto ha provocado que la Policía Nacional inspeccionara todo el edificio y el precinto de la cabina” desde donde se realizó la falsa llamada de aviso. En cualquier caso, la asamblea se “salvó” debido a que el aviso se produjo al final de la misma, por lo que apenas sí entorpeció su desarrollo
Comité de empresa
Mientras, desde el comité de empresa se esgrimía que la participación de los 20 ex trabajadores afectados por el ERE se debió al “entender el gabinete jurídico que nos asesora que éstos tienen su extinción de contrato recurrida en la Junta de Andalucía mediante recurso de alzada y en los juzgados mediante recurso contencioso administrativo, por lo que su situación se asemeja más a una suspensión de empleo y sueldo que a un despido definitivo”.
Otro punto “discordante” fue el hecho de que el comité de empresa decidiera, “por considerarlo ilegítimo, el que trabajadores ajenos a la consecución e implantación del convenio colectivo y de sus sucesivas mejoras a lo largo de los años, tuviesen potestad para su eliminación. El consejo de nuestros asesores legales fue que podíamos acotar la votación a quienes legítimamente pertenece y afecta el convenio colectivo, y eso hicimos”.
Ante las protestas de quienes no estaban interesados en que esto fuese así, se explicó que “se estaba levantando acta de la asamblea y que ésta iba a ser firmada por sus promotores, sellada y registrada. Al tiempo se manifestó que se actuaba con asesoramiento legal y, por tanto, de buena fe. Pero no obstante, si alguien veía lesionados sus intereses, lo correcto sería iniciar el camino legal”.
Debido a la idea de “impedir que fueran incluidos nuevos puntos al orden del día ya comunicado y establecido” por parte del comité, debido a que era “una irregularidad manifiesta”, UGT y CCOO decidieron “abandonar la asamblea no sin antes secuestrar la urna y las papeletas de la votación (hechos que se denunciarán por parte del Comité de Empresa), lo que apenas tuvo respuesta entre los afiliados de Comisiones Obreras”. Más tarde, “la propuesta finalista de la empresa fue votada y rechazada con 53 de 56 votos en contra”.