El presidente de la Generalitat, Artur Mas, ha emplazado este miércoles a "desafiar el orden establecido" para obtener derechos que la sociedad reclama.
Lo ha dicho durante la entrega de medallas de oro del Parlament --primer acto institucional de Diada--, a la que han asistido la presidenta del Parlament, Núria de Gispert; la delegada del Gobierno, Llanos de Luna; la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el expresidente de la Generalitat José Montilla, y expresidentes parlamentarios, miembros del Govern, diputados del Parlament y mandos del Ejército.
Aprovechando que los galardones de este año han recaído en las ocho primeras diputadas en la I Legislatura de 1980, se ha remontado al año 1869, cuando el estado americano de Wyoming reconoció por primera vez el sufragio de las mujeres, y ha alabado ese desafío al orden establecido para lograr cambios.
Ha recordado que esa efeméride coincide con el nacimiento del líder pacifista Gandhi, y ha citado a otro de sus referentes, Martin Luther King, cuyas reivindicaciones consiguieron en la década de los 60 la aprobación de la ley de no discriminación.
"Desafiaron el orden establecido", ha reiterado buscando el paralelismo con la situación actual en la que, a su juicio, hay una idea que se traslada desde la sociedad hacia los representantes de las instituciones y debe cuajar en cambio político.
"Cuando la gente se cree algo, hay un movimiento persistente y hay gente que se significa para intentar cambiar lo establecido. Esto acaba arraigando en la conciencia de los políticos que acaban aceptando que los cambios se tiene que hacer", ha dicho el presidente para cerrar su discurso, que la delegada del Gobierno no ha aplaudido.
Mas ha recordado que la primera ley que reactivó ese primer Parlament constituido en 1980 fue la de la celebración de la Diada, "que fue votada por unanimidad y que aspiraba a la plena recuperación nacional" de forma explícita.
NÚRIA DE GISPERT
La presidenta del Parlament, Núria de Gispert, ha hecho el que ha sido su último parlamento en el cargo, y ha sido mucho más explícita que el presidente, que no ha aludido directamente al proceso soberanista.
Apoyándose en el galardón a las diputadas de la legislatura de 1980, ha afirmado que Cataluña y su cámara han evolucionado y ahora "no hay sensación de derrota, sino clamor de esperanza y futuro", instando a ciudadanos y políticos a no recrearse en los momentos de derrota y a mirar hacia delante.
Para felicitar a la Fundació Institut Gutmann, entidad galardonada, ha afirmado: "Somos un pueblo con identidad y capacidades de hacer cosas notorias. Queremos ser un pueblo libre y está en nuestra mano ser una nación emprendedora".
Ha confiado en que en 2016 los catalanes establecerán las bases de algo nuevo en virtud "de un pueblo que ha pasado página y que ha decidido lo que quiere ser" que reivindica sus derechos, incluso el derecho a equivocarse, y que trabaja para una constitución catalana.
"No podemos ser esclavos del desánimo, sino aliados de la esperanza", ha terminado la presidenta, emocionada.
