Las expectativas para los socialistas son muy diferentes en comparación con las que tenían hace cuatro años, por estas fechas, en vísperas de unas elecciones municipales.
Fue entonces, cuando sufrieron un duro varapalo en las urnas al ver al ver su poder territorial reducido a los pequeños municipios de la provincia. Ahora, claman que son la única alternativa de izquierda posible y aspiran a mejorar sus resultados.
Han querido empezar la campaña electoral para las elecciones municipales en una barriada de la capital, en Carretera de Cádiz, para evidenciar su intención de devolverle a los distritos el protagonismo “perdido” y que acusan al Partido Popular de haber arrebatado.
En un falso muro, los integrantes de la lista electoral del Partido Socialista para el Ayuntamiento de Málaga, empezando por la candidata a la alcaldía, María Gámez, pegaron los carteles que piden a los ciudadanos su voto “para cambiar el rumbo” de la ciudad.
Gámez ya ha hecho públicas las 20 medidas que se compromete a adoptar en sus primeros cien días de mandato, de resultar elegida regidora.
La primera de ellas, poner en marcha un plan de creación de empleo para sacar de la exclusión social a las familias más desfavorecidas de Málaga.
Pero su lista de pendientes y compromisos, también incluye la municipalización de Limasa, la peatonalización completa de la Alameda o la creación de un gran parque público en los terrenos de Repsol.
El secretario general de los socialistas malagueños, Miguel Ángel Heredia, centró su discurso en el Partido Popular y en recordar que el alcalde, Paco de la Torre, no es ajeno. Más aún. Es parte de la formación que, ha lamentado, “más daño ha producido a los españoles”.
