La tripulación del barco 'Ocean Sparkle', compuesta por 34 personas de varias nacionalidades, fundamentalmente filipinos, permanece en uno de los diques del puerto de la Bahía de Algeciras desde que el 23 de marzo quedase fondeado debido a la precaria situación por la que atraviesan los marineros, a los que adeudan entre ocho y diez nóminas.
Su destino era Málaga pero no llegaron a puerto ya que el armador, de nacionalidad jordana, les adeuda los salarios. El barco, que navega bajo bandera de Jordania, está en el dique exento para evitar los temporales de la zona.
José Manuel Ortega, responsable de la Asociación Internacional de Trabajadores (ITF), ha explicado a Europa Press que ha contactado con ellos y está intentando buscar una salida a este problema.
Ortega estima que "al menos dos semanas más estarán aquí", ya que las gestiones que está llevando a cabo son lentas. "La deuda ronda los 500.000 dólares" y la situación es "tensa".
No obstante, apunta el dirigente sindical que "el asunto humanitario, por ahora, está controlado". En los últimos días se les ha suministrado combustible, además de varios productos de higiene personal. La alimentación está garantizada, por el momento, y, además, la tripulación está pescando.
El armador, por ahora, no ha contestado a los requerimientos del capitán o del propio Ortega, que ha contactado "con la embajada de Indonesia". Espera encontrar una solución para que la tripulación -de origen filipino, griego, polaco y pakistaní- "pueda cobrar y volver a sus países".
El barco, que permanece retenido por la Capitanía Marítima, es un cementero y sobre él también pesan varias órdenes de embargo por impago a proveedores.