“Desde los 15 años nos dedicamos a esto y prácticamente es lo único que sabemos hacer. Nos dejan en la calle, con más de 50 años y con una crisis insoportable que hace inviable nuestra reubicación en otro puesto de trabajo”, lamentó una de las delegadas de personal de la plantilla, Loli Bravo, quien resaltó que más de una treintena de personas despedidas son mujeres mayores de 45 años, el perfil de trabajador sobre el que más está incidiendo la crisis económica.
Afirman que las condiciones de despido que la compañía ofrece son las más perjudiciales que actualmente existen en el mercado para un trabajador. “La compensación que ofrecen es de 20 días por año trabajado en 12 mensualidades, el mínimo establecido por ley, una ridiculez”, aclaró Juan Ramón del Río, otro delegado de personal.
A partir del próximo lunes, 4 de mayo, los abogados de los sindicatos y de la empresa cuentan con 15 días para negociar las condiciones de los despidos, con reuniones que serán fijadas los martes y los jueves de las dos próximas semanas. “En primer lugar vamos a luchar por el mantenimiento de los puestos de trabajo pero, si no fuera posible, no vamos a aceptar este tipo de compensaciones, después de llevar aquí más de 37 años trabajando, toda una vida”, resaltó otra empleada, Rosario Lebrón, mientras portaba una pancarta de repulsa a las puertas de la fábrica, durante una concentración protagonizada ayer por la toda la plantilla de la fábrica.
Situación delicada
Según los trabajadores de la empresa, uno de los argumentos que les han esgrimido desde la compañía para justificar los despidos es la competencia desleal que en los últimos años están sufriendo por las producciones textiles procedentes de Marruecos y China. “No tiene sentido, porque nosotros ya no fabricamos, sólo distribuimos, y lo hacemos precisamente de producciones procedentes de aquellos puntos”, continúo José Cuesta, trabajador de 44 años que se queda en paro con dos hijos, uno de 13 años y otro de 6.
