El grupo yihadista Estado Islámico (EI) se atribuyó hoy los atentados en el Yemen que causaron la muerte de al menos 120 personas y heridas a 150 en tres ataques contra mezquitas chiíes en la capital Saná y la ciudad septentrional de Saada.
En un mensaje de audio difundido por la radio del EI, Al Bayan, que emite por internet, un locutor leyó un comunicado del grupo que señala que los ataques forman parte de "una serie de hazañas llevadas a cabo diariamente por los soldados del califato contra los enemigos de Alá y de su religión".
El mensaje precisó que los ataques fueron perpetrados por cinco suicidas que llevaban cinturones explosivos.
Cuatro de ellos irrumpieron en las mezquitas de Badr y Hashush, en Saná, donde detonaron sus artefactos.
Un quinto terrorista perpetró solo el atentado en un templo de Saada, en el norte del Yemen y principal bastión del grupo rebelde chií de los hutíes.
"Los hutíes tienen que saber que los soldados del EI no van a estar tranquilos hasta erradicarlos y cortar el brazo del proyecto chií en el Yemen", señaló el locutor, en alusión a las presiones de los hutíes contra el Gobierno yemení, que han sumido al país en una profunda crisis política y de seguridad en los últimos meses.
Agregó que "esta operación es solo el principio de lo que va a venir en el futuro" y que los yihadistas se vengarán por la sangre de los musulmanes que fue derramada y por las mezquitas que fueron destruidas".
Los yihadistas del EI, de confesión suní, consideran que los clérigos chiíes son infieles y que sus seguidores son desviados.
Se trata del primer atentado terrorista reivindicado por el EI en territorio yemení, considerado como la base de la organización terrorista Al Qaeda en la Península Arábiga (AQPA).
Yemen está sumido en un profundo conflicto político, agravado desde que el presidente Abdo Rabu Mansur Hadi se retractara el mes pasado desde Adén de su anterior dimisión y anunciara que continuaba siendo el presidente legítimo del país, en oposición a lo dictado por los hutíes.