La solicitud de ayudas PAC sólo lleva una semana de funcionamiento y ya está dando las primeras malas noticias a la provincia, en forma de reducciones en las hectáreas pastables hasta un punto que deja totalmente fuera de juego a los ganaderos de la provincia. En otras palabras, los peores augurios de Asaja-Cádiz ante la interpretación de los primeros borradores de normativa respecto al monte mediterráneo de la provincia, se están haciendo realidad en forma de pesadilla.
Cuando se han conocido de forma práctica los valores del CAP (Coeficiente de Admisibilidad en Pastos) de las parcelas de pastos, se han podido comprobar la desesperante situación en la que se ha dejado a una amplia mayoría de las parcelas. Lo que Asaja-Cádiz se afanó en denunciar en todos los foros, se está transformando en cifras, los ganaderos que están solicitando sus ayudas a la PAC se dan cuenta cómo gran parte de las hectáreas donde pastan las reses se convierten por imposición de la Junta de Andalucía –responsable de introducir el CAP- en hectáreas forestales o bajan de tal forma el coeficiente de admisibilidad que son inviables para la supervivencia del ganado.
En esta situación, Asaja-Cádiz vaticina la desaparición de la ganadería extensiva de la provincia por falta de rentabilidad y, con ella, todo el monte mediterráneo que arderá al perder a los mejores “bomberos”. Cabe recordar que la viabilidad y el mantenimiento del buen estado de salud del monte mediterráneo se sustentan en buena parte en una ganadería rentable. Sin las reses, el monte se perdería, por un lado, por falta de rentabilidad y, por otro, porque perdería a los principales mantenedores de la limpieza del monte. El ganado se encarga durante todo el año de limpiar el monte de material combustible y de evitar los incendios forestales. En este punto hay que reseñar la importancia de un sector, el vacuno, que en Andalucía cuenta con cerca de 10.000 explotaciones y algo más de 2.500 de estas explotaciones se ubican en la provincia de Cádiz, lo que supone en torno al 25 por ciento del sector.
El Coeficiente de Admisibilidad de Pastos impuesto por la Junta de Andalucía evidencia el desconocimiento absoluto de la Administración del monte y de la ganadería y pone en serio peligro un modelo de asentamiento ganadero que aporta empleo, riqueza y mantiene el medio ambiente. Asimismo, el sistema de la Junta de Andalucía provoca una desventaja insalvable respecto a otros ganaderos que no tienen el coeficiente de marras y que, por tanto, recibirán más apoyo que los gaditanos.
Por todo ello, Asaja-Cádiz pide una rectificación urgente de este modelo que puede convertir a la Junta de Andalucía en la Administración protagonista de la desaparición de un sector puntero, reconocido en toda España.
El vacuno de la provincia en datos
El sector bovino en Andalucía cuenta con cerca de 10.000 explotaciones y algo más de 2.500 de estas explotaciones se ubican en la provincia de Cádiz, lo que supone en torno al 25 por ciento del sector. En el caso específico del subsector de producción cárnica, de las 6.127 explotaciones andaluzas con clasificación zootécnica de reproducción para carne, 1.719 corresponden a Cádiz, es decir, un 28 por ciento del total.
De la misma forma, los 287 cebaderos de bovino de carne existentes en Cádiz suponen, igualmente, la tercera parte de todos los registrados en Andalucía. Estos datos dan cuenta de la repercusión de la desaparición del sector.
