A medida que van transcurriendo los días van trascendiendo nuevos datos en torno a la seguridad que requiere la celebración del Belén Viviente, teniendo en cuenta que según las previsiones se darán cita en el recinto monumental de Arcos unas 30.000 personas de repetirse la cifra de años anteriores.
La principal novedad en este apartado radica en la habilitación de nuevas vías de evacuación para prevenir una posible avalancha o congestión del público mientras admira las distintas escenas de la recreación. En este sentido, se ha desplazado la tradicional escena de El Murete para despejar la entrada o salida y para permitir una mayor fluidez en el tránsito de personas por la calle Nueva.
Otra medida ha sido combinar la iluminación circunstancial de antorchas con luz artificial para, llegado el caso, no dejar a oscuras las calles por los efectos del viento sobre la luz natural.
Estas medidas fueron puestas sobre la mesa en el transcurso de la última Junta local de Seguridad en la que estuvieron presentes todos los cuerpos y fuerzas que operan en el municipio: Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil, Cruz Roja, Centro de Salud y Bomberos. La intención es que la recreación se desarrolle con total normalidad y que no se registren incidentes. No obstante, el comportamiento del público en este tipo de citas es fundamental, teniendo en cuenta las lógicas aglomeraciones qu
e se dan en el entramado de calles estrechas que conforman el casco antiguo de la ciudad.
El Belén Viviente abrirá al público a las seis de la tarde del día 20 hasta aproximadamente las once de la noche, tiempo suficiente para disfrutar de uno de los mayores belenes de toda España.