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San Fernando

Ese oscuro objeto de deseo

El arsenal sería el único contrapeso a lo que Chiclana pretende hacer en Sancti Petri aunque con dos problemas : Defensa y una carretera de 800 metros que pasa sobre unos nidos de pájaros.

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Lo ha dicho un político principal ante una docena de personas, pero advirtió que lo negaría hasta el tormento, al menos ante los hombres. Pero no es el único que lo ha dicho, también políticos principales, porque es una obviedad que en una provincia -y en la mayor parte de España y de ahí para arriba- en la que todos los modelos de desarrollo están inventados, sólo queda un lugar para hacer algo tan distinto como imposible al día de hoy.

“El mejor suelo que tenemos en La Isla no es Camposoto, que también, sino La Carraca” y es cierto que en esa extensión de terreno, con una ubicación envidiable, la imaginación puede volar hacia proyectos desconocidos aunque los chiclaneros seguirán plantando cara a toda la provincia con el proyecto pensado para la península de Sancti Petri -lo más parecido a la Carraca- llamado Bosque Pesquero.

En este último caso,  el ayuntamiento vecino tiene que lidiar con la Junta de Andalucía, lo que ya es difícil siendo un gobierno del Partido Popular, aunque la Junta pone menos trabas que el PSOE chiclanero. Y se supone que Costas le será propicia al proyecto.

En el caso de San Fernando hay dos obstáculos, uno insalvable como se ha demostrado en los últimos años y otro que también se está demostrando a tenor de las negativas cosechadas por los gobiernos andalucista y popular. O los dos a la vez.

El primer obstáculo es el Ministerio de Defensa y de él, la Marina, que mantiene el arsenal como cementerio de barcos a la espera de desguace, edificios que no admiten visitas -a excepción de la parte noble- y con una plantilla esperando la jubilación, sin cubrir más bajas que las extraordinariamente necesarias.

El segundo obstáculo es el de las comunicaciones, el mismo que padece el astillero de Navantia y la propia Carraca, porque es necesario construir una carretera de 800 metros desde el polígono Tres Caminos hasta la carretera actual del arsenal y de Navantia.

En el primer caso es el Ministerio de Defensa quien no contempla en su Libro Blanco -que sí contempla llevarse la Escuela de Suboficiales e incluso el Observatorio, aunque en este caso la Marina lo impidió- desafectarlo y enajenarlo, a pesar de que la Gerencia de Infraestructuras de Defensa está lampando por vender algo ante la escasez en los Presupuestos Generales del Estado.

En el segundo es la Junta de Andalucía que considera que en esos 800 metros de carretera habitan especies protegidas de aves que no podrían soportar el trasiego de una carretera que no sólo serviría para enlazar Tres Caminos con Navantia y el arsenal, sino con la deseada y mutilada ronda norte que se pintó en el PGOU pasando por la población de San Carlos sin encomendarse ni a dios ni al diablo.

Lo que se podría hacer en la Carraca sería lo nunca visto, decía el político de primera fila, sabedor precisamente de que nunca se había visto que Defensa desafecte en San Fernando ni un solo metro cuadrado de San Carlos ni de Camposoto.

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