La concejal de Juventud y Deportes del Ayuntamiento hispalense, María del Mar Sánchez Estrella (PP), ha asegurado este lunes que las graves fugas de agua detectadas en la piscina del centro deportivo Tiro de Línea son "bastante menores" y esta incidencia está "bastante más controlada". A tal efecto, ha asegurado que, de cara a los presupuestos de 2015, solicitará "el mayor presupuesto posible" para acometer el reacondicionamiento general de la instalación y reponer la cubierta de la piscina para que la misma vuelva a funcionar durante las temporadas de invierno.
En rueda de prensa, María del Mar Sánchez Estrella ha hablado de novedades respecto al futuro de la piscina del centro deportivo Tiro de Línea, cerrada en enero de 2013 después de que un temporal de viento y lluvia arrancase su cubierta, abierta sólo durante las temporadas estivales al no necesitar la misma, y aquejada de fuertes fugas de agua.
La concejal popular ha recordado la contratación de una empresa especializada para intentar solventar tales fugas, que se traducían en la pérdida diaria de 240 metros cúbicos de agua, porque desde que la piscina fuese reabierta a comienzos de junio para esta nueva temporada de verano, dichas fugas están "controladas". "Las fugas son bastante menores. Las seguimos estudiando pero están mucho más controladas", ha manifestado respecto a estas filtraciones que incluso ponían en jaque la viabilidad de la gestión del conjunto de la instalación.
Sánchez Estrella ha explicado que una vez acabe la temporada de verano, lo que implicará el cierre de la instalación al carecer de cubierta, "seguiremos trabajando en el sellado de pequeñas fugas, si es que las hubiese", y ya de cara a la elaboración de los presupuestos del Instituto Municipal de Deportes para 2015, "solicitaremos al área de Hacienda el mayor presupuesto posible" para acondicionar los vestuarios y accesos para minusválidos de la instalación y dotarla también de "su cubierta".
LA PISCINA DEL TIRO DE LÍNEA
Haciendo memoria, recordemos que las fuertes rachas de viento que el 19 de enero de 2013 castigaron a la ciudad de Sevilla terminaron arrancando la cubierta presostática de la piscina del centro deportivo Tiro de Línea, perteneciente al propio Instituto Municipal de Deportes y explotada por una empresa externa a través de un contrato de servicio. La piscina permaneció cerrada hasta la temporada de verano de aquel año, cuando fue reabierta sólo para el periodo estival al no necesitar cubierta para su funcionamiento en julio y agosto. Para ello, el IMD libró 15.938 euros a fin de reparar el vaso de compensación de la piscina.
En cuanto a la reapertura definitiva de la piscina, un equipamiento simbólico para el barrio del Tiro de Línea, las autoridades han aludido siempre a la necesidad de un acuerdo con la compañía con la que fue contratada la póliza de seguro de las instalaciones, dado que la reposición de la cubierta sería el aspecto económicamente más costoso de la reapertura de la piscina. No obstante, no han faltado las menciones a la necesidad de acometer obras de reforma en las instalaciones a cuenta de las pérdidas de agua que sufre el vaso de la piscina y la obsolescencia de instalaciones como los vestuarios, pues la piscina del centro deportivo Tiro de Línea data de comienzos de los años 70.
EL AVISO DE LOS TÉCNICOS
Es aquí cuando el pliego de prescripciones técnicas de un contrato menor de obras licitado por el IMD arroja información más concreta sobre la situación de esta instalación deportiva. Este pliego, recogido por Europa Press, alude a un contrato menor destinado al sellado de la tubería de impulsión de la piscina y expone que de las diversas inspecciones y pruebas realizadas en la piscina, ha quedado de relieve que las pérdidas de agua, que en 2012 se elevaban a una media diaria de 94 metros cúbicos, ascendían a 240 metros cúbicos al día durante los dos meses del verano de 2013 que la piscina funcionó al aire libre.
Los técnicos del IMD, en ese sentido, avisaban de "los perjuicios económicos" de las fugas de agua, pues la pérdida diaria de 240 metros cúbicos implica un sobrecoste mensual de aproximadamente 13.320 euros. "La situación de pérdidas actuales hace inviable el uso de la piscina en tanto no se solucionen las fugas", concluían los técnicos en este documento.