Como los toreros en una tarde maestrante, así salió ayer un Sevilla vitoreado por la puerta grande de Nervión tras golear al Granada y cerrar su pase a Europa.
Con todo, excepto Bacca y el lesionado Alberto Moreno, salió el conjunto de Unai Emery al Ramón Sánchez Pizjuán. Y es que aunque en la mente del sevillismo revolotee la posibilidad de una nueva final europea, el equipo nervionense sabía de la importancia de este duelo de cara a las posibilidades que en la previa del mismo mantenía para alcanzar la Champions.
Motivos había para saltar con la intensidad que lo hizo. Los rojiblancos buscaron desde el inicio la meta del rival y pronto encontraría el dominio del balón ante un Granada replegado a la espera de su momento. Aunque vino a asustar el conjunto granadino en el 11 con un lanzamiento de falta en la media luna pero Recio la lanzó centrada. El Granada comenzaba a sacudirse la presión inicial.
Pero apareció la magia del duende alemán. En el 13, Marko Marin se inventó un pase magistral a Gameiro y éste cuando buscaba a Vitolo en el área se encontró con la pierna de Mainz que hizo el primero en propia puerte. Muy bien comenzaba la tarde de este Domingo de Resurrección en el coliseo nervionense.
Aunque sólo dos minutos después Recio estuvo muy cerca de empatar con un trallazo desde fuera del área que se marchó rozando la escuadra. Nuevo susto de un Granada que echó sus líneas de presión adelante.
Corrían los minutos con poco que destacar más que el Sevilla parecía adormecer y controlar nuevamente el partido a su libre antojo. Por poco que apretase casi siempre llevaba peligro frente a un rival bastante frágil en su retaguardia. No obstante, apenas se contabilizaban con la palma de una mano las ocasiones claras del partido.
Fue el momento en el que Nervión comenzó a tomarla con el juez de línea del ataque sevillista. Ciertamente, señalizó hasta cinco fueras de juegos muy rigurosos y la afición empezó a echarle en cara que izara la bandera de manera continuada y con tantas dudas en cada jugada.
Precisamente, en ese mismo instante Gameiro pudo hacer el segundo con una internada en el 34 peligrosísima que no se coló en las mallas porque el meta granadino hizo galas de sus óptimos reflejos. Poco más sucedió hasta el tiempo de descanso al que se llegaría con la ventaja del Sevilla por la mínima que ganaba sin excesiva brillantez, aunque eso sí, sin sufrir mayores problemas en la zaga.
Sin cambios y bajo un notable diluvio arrancó el segundo periodo en el coliseo nervionense. Y sólo hubo que esperar cinco minutos para festejar el segundo de la tarde gracias a un nuevo error garrafal de la zaga granadina. En este caso, Ilori dio un pase poco afortunado a su portero que no logró atajar y Gameiro a puerta vacía sumó su decimocuarto tanto liguero.
Y continuó la fiesta en el 57 con el tercero del Sevilla. Nuevamente Gameiro protagonista aunque en esta ocasión para marcarse una gran jugada y poner de gol al camerunés M’Bia que sólo tuvo que empujarla. El billete a Europa para la próxima temporada ya estaba en el bolsillo.
Pero el festín continuó sin compasión ante el rival andaluz. Llegaría el cuarto en el 67 en las botas de Vitolo tras una accidentada jugada en el área del Granada que tras varios rebotes fue a parar al canario que únicamente tuvo que batir a Karnezis en el área pequeña.
Y hasta aquí. El Sevilla ya no quiso más y el Granada, KO, tiró la toalla. Fue el momento adecuado para comenzar a dar descanso a los jugadores importantes que no faltarán a la vital cita del jueves en Europa. Así, Emery optó por quitar del terreno de juego a Gameiro, Vitolo y Rakitic.
Se llegaría a la conclusión del choque con poco más que reseñar de un partido que sólo tuvo un color, sobre todo en la segunda mitad. Con estos tres puntos el Sevilla certifica su billete para jugar en Europa la próxima temporada, además de propinar una nuevo dosis de motivación de cara a la semifinal europea frente al Valencia.
