Agentes de la Policía Nacional han detenido en Sevilla a un hombre de 36 años de edad como presunto autor de seis robos con violencia e intimidación, en los que actuaba armado con un machete, en las inmediaciones de la calle Feria de la capital hispalense en tan sólo cuatro días, en concreto del 1 al 4 de marzo, hechos por los que el juez ha ordenado su ingreso en prisión.
Según ha informado la Policía en una nota, el detenido actuó de forma muy rápida, de manera que el primero de sus robos lo cometió en una farmacia la tarde del 1 de marzo, establecimiento en el que entró solo, extrajo el machete de entre sus ropas e intimidó a la cajera, que muy asustada y nerviosa no pudo ni moverse, por lo que éste pensó que había activado alguna alarma o que iba a bloquear las puertas, por lo que huyó del lugar.
"Frustrado", apenas dos horas y media después, sobre las 21,00 horas, actuó de nuevo en plena vía pública, siendo la víctima una mujer que se dirigía a su casa junto a su hijo de 13 años.
Al día siguiente, el detenido volvió a actuar en una calle próxima con idéntico 'modus operandi'.
Asimismo, el 3 de marzo cometió dos robos, uno a las 17,00 horas y otro a las 19,40 horas, estando en este último caso la víctima con su bebé de siete meses.
Al día siguiente, sobre las 20,00 horas del 4 de marzo, fue detenido "prácticamente in fraganti" tras cometer el último de sus robos.
ZONA DE ACTUACIÓN MUY DEFINIDA
Recibidas las denuncias por los agentes adscritos a la Comisaría de Distrito Centro, estos establecieron un dispositivo para la identificación, localización y detención del autor, basándose en sus características físicas y las descripciones aportadas por sus víctimas, así como su 'modus operandi' y su zona de actuación, siendo ésta el cuadrado delimitado por las calles Bécquer, Feria, Antonio Susillo y Faustino Álvarez.
La rapidez con que esta persona literalmente "desaparecía" del distrito, marchándose a pie del lugar de los hechos tras cometer los robos pese al empeño que los agentes ponían en su localización peinando el distrito minutos después, fundamentó su hipótesis de que el autor tenía un "refugio", un piso o vivienda en una calle muy próxima a su zona de actuación.
De este modo, y gracias al referido dispositivo, los agentes del Grupo Hércules localizaron al autor de estos robos después de que cometiera el último de ellos, deteniéndolo prácticamente 'in fraganti' en la calle Escoberos.
Finalizadas las diligencias policiales, el detenido, al que le constaba una detención anterior, en octubre de 2011, por un ilícito de la misma naturaleza, pasó a disposición judicial, decretándose su ingreso en prisión.