El Juzgado de lo Penal número 1 de Huelva ha condenado a 18 meses de cárcel a J.M.T.C., un vecino de Aljaraque de 24 años acusado de amenazar y acosar a jóvenes, incluso menores de edad, a través de internet tras haber obtenido fotos de ellas usando como reclamo agencias de modelos.
La pena es consecuencia de la conformidad que han alcanzado hoy la defensa, la Fiscalía y la acusación particular antes de celebrar la vista oral contra este joven, que ha reconocido los hechos.
Al margen de la pena de prisión -6 meses por cada uno de los tres delitos de amenazas de los que se le acusaba- el juez le ha impuesto, en concepto de responsabilidad civil, el pago de 500 euros a una de las víctimas y de 1.000 a otra; la tercera afectada ya fue resarcida del daño económicamente y ni siquiera se ha personado en el juicio.
La rebaja de los cinco años y seis meses de cárcel que inicialmente solicitaba la Fiscalía a los 18 meses que finalmente se le han impuesto es consecuencia de la aplicación de la atenuante de reparación del daño, ya que con antelación a la vista oral el acusado pidió disculpas a las víctimas y les comunicó su intención de reparar los daños que les había podido causar.
Queda probado por tanto que el condenado "con objeto de satisfacer su ánimo libidinoso" entre enero y junio de 2010 se dedicó a contactar a través de las redes sociales con chicas, fingiendo ser representante de diferentes agencias de modelos, con el objetivo de lograr imágenes en ropa interior e incluso semidesnudas.
En enero de 2010, creó un perfil a través de la red social Tuenti en el que se anunciaba como representante de una agencia de modelos brasileña que buscaba gente nueva a través del cual contactó con una joven a la que le solicitó fotos comprometidas que posteriormente ofrecía sin autorización a través de internet y usaba para amenazarla e insultarla.
En otra ocasión, haciéndose pasar por trabajadora de otra empresa de modelos contactó con otra chica a quien le solicitó primero fotos vestida, para ver si era el tipo de chica que buscaban y posteriormente en ropa interior.
La joven aceptó en principio, pero al pedirle fotos con el pecho descubierto, cortó las conversaciones, momento en el que el acusado la amenazó con distribuir las imágenes a través de distintas redes sociales si no accedía a desnudarse.
Su tercera víctima fue una menor de 13 años a la que pidió que le mandara fotos y se desnudara ante la webcam con la promesa de que podría participar en un casting para modelos y ofreciéndole 600 o 700 euros y al negarse porque sus padres no se lo permitían, la amenazó.
