La alerta empezó el pasado lunes antes de que el agente de policía Stephen Carroll fuera asesinado a tiros por el IRA de Continuidad, otro grupo disidente republicano, en la localidad de Craigavon (sur de la provincia), añade el periódico.
Los servicios secretos han indicado que puede haber un complot para hacer explotar una bomba en Irlanda del Norte y que el artefacto ha sido transportado en automóvil del sur al norte.
La seguridad en la frontera en ambos lados ha sido reforzada con más puestos de control.
“La luz roja se dio el lunes y hay pánico de que lo próximo que pueda pasar es que haya una bomba en algún lugar en el norte”, señaló un agente de las fuerzas de seguridad citado por el citado periódico británico.
El problema, según esa fuente, es que ni el Servicio de Policía de Irlanda del Norte (PSNI, siglas en inglés) ni la Garda (policía de la República de Irlanda) parecen contar con información específica sobre el destino del artefacto.
La alerta saltó después de que dos soldados británicos fueran asesinados a tiros el sábado en la base militar de Massereene, a 25 kilómetros al norte de Belfast, por el IRA Auténtico.
En tanto, The Guardian afirma que no parece haber temor a una represalia por parte de los paramilitares protestantes ante la violencia de los disidentes republicanos, después de que la Asociación de Defensa del Ulster (UDA) descartase posibles ataques.
El líder del UDA, Jackie McDonald, dijo al rotativo que “no hay peligro de represalia” y destacó la actitud del viceministro principal de la provincia, Martin McGuinness (del Sinn Fein, brazo político del Ejército Republicano Irlandés), de condenar los ataques.