La mujer de nacionalidad rusa y de unos 36 años de edad, acusada de dar una paliza a su esposo, al que supuestamente le dio puñetazos y patadas, le arrancó dientes y le mordió las orejas y los testículos, entre otras lesiones que sufrió, ha aceptado en el juicio de este miércoles penas que suman un año de prisión y otro año de orden de alejamiento sobre su marido.
En concreto, la procesada se ha conformado con seis meses de cárcel por el delito de lesiones del que estaba acusada y otros tantos meses por quebrantamiento de condena, además del año de orden de alejamiento, según el acuerdo al que han llegado las partes en el Juzgado de lo Penal número 3 de Córdoba.
En este sentido, el Ministerio Público precisaba en su calificación inicial que los hechos ocurrieron sobre las 21,20 horas del día 7 de septiembre de 2012, cuando se originó un altercado entre la procesada y su esposo, del que se encontraba en trámites de separación.
En el transcurso de la riña, la mujer supuestamente empujó a su pareja y le dio puñetazos en la cara, "le intentó meter los dedos en los ojos y le pegó patadas en el costado, en la espalda y en la cabeza, aprovechando que lo había tirado al suelo", según señala el fiscal.
Acto seguido, la acusada cogió un objeto que no ha sido totalmente identificado, "pero que probablemente pueda ser un cenicero", y le golpeó con él al hombre en la cabeza; "le pasó una cuerda por el cuello y, apretando bruscamente, le mordió en las orejas y en los testículos, para después arrancarle varias piezas dentales postiza", precisa la calificación.
El marido pudo escapar de la agresión a los 45 minutos y salir al patio, si bien la procesada lo alcanzó y continuó pegándole, hasta que un vecino acudió en su ayuda. Como consecuencia de ello, el hombre sufrió diversas lesiones, como en la cara, la oreja, la nariz, los ojo o en los testículos.
Cabe destacar que el Juzgado de lo Penal número 4 condenó a la mujer en mayo de 2012 por un delito de maltrato en el ámbito familiar y se le impuso una orden de alejamiento de su marido en un radio de 500 metros durante un año y tres meses, algo de lo que era conocedora.