El sindicato de enfermería Satse ha alertado este viernes de "la falta de enfermeras" en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Juan Ramón Jiménez de la capital, cuya dirección defiende que la asistencia está "perfectamente garantizada" y se va a seguir ofreciendo "en condiciones de calidad".
Satse ha criticado en una nota que la dirección del hospital Juan Ramón Jiménez "no sopesa límites a la hora de aplicar los recortes de profesionales enfermeros", lo que se traduce en "graves recortes de personal", sobre todo enfermeros, que repercuten en "una considerable disminución de la calidad asistencial que se presta a los pacientes y en un cada vez más insoportable nivel de estrés de los profesionales sanitarios".
En este sentido, el sindicato ha señalado que "los recortes van más allá de lo permisible y están alcanzando a unidades donde el nivel de asistencia y de gravedad de los pacientes requiere un tratamiento especial, como es la UCI", al punto que hay franjas horarias en las que "solo trabajan en dicha unidad tres enfermeras, en lugar de las cinco que habitualmente debería haber en plantilla".
En su opinión, todo ello es derivado de "la contratación del personal eventual al 75 por ciento, ya que las dos enfermeras que faltan para completar la plantilla, comienzan a trabajar una hora más tarde y se van una hora antes, ya que así se ha sido dispuesto su horario por parte de la dirección del centro hospitalario".
De este modo, recuerdan que Satse "ya advirtió a dicha dirección del hospital de la problemática que iba a suscitarse por dejar a dichos servicios del hospital con menos enfermeras, principalmente en los cambios de turnos, es decir, en el relevo que se produce de unos enfermeros a otros".
Ha destacado que en el turno de noche del pasado miércoles 28 de agosto, en la UCI comenzaron en el turno trabajando tres enfermeras. Una de ellas, sobre las 22,10 horas tuvo que marcharse al TAC acompañando a un paciente urgentemente, quedándose en la unidad "solo dos enfermeras". Casi al mismo tiempo, otro paciente sufre una fibrilación ventricular que precisa de maniobras de resucitación y desfibrilización. Al mismo tiempo, según ha indicado el sindicato, sobre las 22,40 horas ingresa una paciente desde urgencias tras sufrir parada cardiorrespiratoria que también precisa cuidados importantes.
Es decir, "situaciones de extrema gravedad y que se producen con relativa frecuencia en un servicio como la UCI, se ven seriamente afectadas por una considerable disminución de personal debido a la política indisimulada de recortes de personal auspiciada por la dirección y que afecta, sobremanera, a personal cualificado, como son los profesionales de Enfermería, pilar básico en cualquier centro sanitario".
Ante estas situaciones los enfermeros de dicha unidad han transmitido a Satse "su inquietud" por esta situación y han expresado que "están abocados a tener que trabajar en unas condiciones indeseables, tanto para el personal como para los pacientes, a trabajar a demanda, sin poder comentar la evolución de los pacientes, ni el reparto de los mismos". Se trata de "una situación de estrés que provoca incluso que alguna de la enfermeras sufran un accidente laboral al pincharse con una aguja usada".
RESPUESTA DE SALUD
Por su parte, desde la Delegación territorial de Salud y Bienestar Social han señalado a Europa Press que la dirección del citado hospital asegura que la asistencia en la UCI del Juan Ramón Jiménez está "perfectamente garantizada" para la ciudadanía y se va a seguir prestando "en condiciones de calidad".
De hecho, han apuntado que la dotación del personal, tanto de Enfermería como del resto de categorías laborales, "cumple perfectamente las ratios asistenciales" que fijan las sociedades científicas de la especialidad en relación al número de profesionales por paciente.
Por lo tanto, y en el caso específico de los profesionales de Enfermería, el dispositivo actual se encuentra "acorde a las necesidades asistenciales, no habiéndose registrado un descenso de efectivos en este capítulo".
Por otro lado, como todos los años, la programación de la actividad asistencial para los meses de verano se realiza en base a la experiencia acumulada. Han asegurado que uno de los elementos de esta planificación es la contratación de profesionales para sustituir a aquellos que se marchan de vacaciones y dicha programación de sustituciones se efectúa también teniendo en cuenta los años anteriores y la distribución de las vacaciones del personal.
En este sentido, han recalcado que "el esfuerzo" por optimizar la distribución del periodo de vacaciones, incrementándolo de junio a septiembre, permite que el centro mantenga cada mes del verano "un mayor porcentaje de la plantilla habitual".