A pesar de la polémica originada con la nueva ordenanza de la Velá, la fiesta más popular de Triana ha continuado con su ritmo normal, salpicada, eso sí, con algunas intervenciones policiales y protestas de los empresarios de las casetas y vecinales en forma de apagones puntuales.
Pero las actividades han seguido su ritmo habitual y el buen tiempo y las vacaciones de muchos sevillanos ha contribuido a que la fiesta haya sido visitada por muchos sevillanos.