Mercedes García Suárez ha sido la agraciada con el diamante sorteado por la plataforma de unos 25 comercios del centro de Algeciras. La premiada recogió el anillo en el que va incrustada la joya en la tienda de moda Navarrete, precisamente la misma en la que por su compra le hicieron entrega de las papeletas para el sorteo.
“Yo procuro hacer mis compras siempre en los comercios del centro. Soy clienta desde siempre, porque el trato que tienes con los comerciantes no es el mismo que te pueden ofrecer en las grandes superficies. Aquí los comerciantes terminan siendo amigos tuyos”, defiende Mercedes.
El apego de la agraciada a los comercios del centro de la ciudad es grande, ya que no reside en Algeciras desde hace algunos años. “Yo antes vivía en el centro y me era más fácil venir a comprar aquí. Pero aunque llevo doce años viviendo en La Alcaidesa sigo viniendo al centro para hacer las compras. Prefiero los comerciantes de toda la vida”, comenta la nueva portadora del anillo con el diamante.
La premiada del sorteo derrochó simpatía durante la entrega, a la que asistieron representantes de otros de los comercios adheridos a la iniciativa. Sin dejar de bromear, sugirió al comerciante de Navarrete que se arrodillara para entregarle el anillo, “como si me pidieras la mano”, le dijo. Incluso confesó que “me he quitado hasta la alianza de casada para ponerme el diamante”. El diamante le vino perfecto, a su medida; literalmente, como anillo al dedo: “Estaba para mí, me entra perfecto”, comentó Mercedes.
La pieza es de la joyería Villatoro, otro de los comercios participantes en la iniciativa. La agraciada cuenta que “precisamente en esa joyería pusimos mi marido y yo la lista de bodas hace 25 años, cuando nos casamos”.
El acto culminó, como no podía ser de otra manera con un diamante de por medio, con un brindis con champán. Cabe recordar que el sorteo, a iniciativa de los comercios participantes, era con motivo del Día de la Madre. El anillo con el que la obsequian prolonga su idilio con el comercio del centro: “Del anillo me gusta hasta la bolsa en la que viene envuelto”, asegura.
La fidelidad de la clienta a los comercios del centro ya le había reportado algún premio antes que este, confiesa la agraciada, que ha tenido suerte con este tipo de iniciativas: “Hace unos años me tocó un jamón que sorteaba una pastelería en Navidad”, reconoce.