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Jerez

El otro Circuito de Jerez

Once de la noche. Domingo 7 de abril.Avenida Blas Infante. No había procesiones, ni cabalgatas, sino carreras de motos”

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Once de la noche. Domingo 7 de abril. Avenida Blas Infante. Por razones que no vienen al caso  iba en mi coche por dicha zona y  me sorprendió ver a gente, a mucha gente, joven y mayor, aunque mayoritariamente juvenil, apostada en las aceras a ambos lados de la calzada. No había desfiles procesionales. No había cabalgata. Ni siquiera era hora de mercadillo. Mi acompañante, más asiduo que yo a atravesar dicha vía de la zona sur de la ciudad, me dijo que estaban esperando que comenzasen las carreritas. Dicho y hecho. Metros más adelante estaba colocada la línea de salida. Más gente agolpada en una calle lateral de la Avenida y las motos que comienzan a salir. No había un solo Policía por la zona, por lo que los moteros nocturnos campaban a sus anchas por la Avenida. Un peligro para ellos, pero sobre todo un peligro total y absoluto para los conductores que, ajenos a que estaban entrando en un circuito de velocidad, llevaban sus coches o sus motos por dicha calle a esa hora. Inaudito. Parecía que el tema de las carreras se había  acabado, pero sigue. Y la expectación era grande. No solo el motero de turno quiere hacer de las suyas, sino que además cuenta con un enfervorizado público de invitado. Público que no paga y que se divierte, pónganle las comillas que quieran, con las andanzas de estos desaprensivos que cualquier día serán causantes de una desgracia y entonces todos nos acordaremos de lo que se pudo evitar y no se evitó. Por eso, quien avisa no es traidor y ya saben, quienes correspondan, que Jerez cuenta con un nuevo circuito de velocidad, en esta ocasión improvisado, donde no se cobra al espectador pero en el que se pone en peligro la integridad del joven, o no tan joven, protagonista y también de los viandantes y conductores que por la zona osen pasar. Ni que decir tiene que cuando dejé en su domicilio a mi acompañante, tiré por otro lado para salir hacia mi zona de residencia y obvié atravesar nuevamente la citada Avenida Blas Infante. Y es que me dicen que las carreras, a veces, cuando aparece algún Policía, local o nacional, se derivan por las propias calles de las barriadas circundantes. De locos.

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