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Jerez

La avenida de la Soleá sufre dos atracos en menos de 24 horas

Un vecino de la zona y una anciana fueron abordados por dos parejas de jerezanos y extranjeros

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Hasta dos atracos ha llegado a sufrir en menos de 24 horas la avenida de la Soleá, junto a Icovesa. El primero de ellos se producía el pasado jueves por la tarde, cuando un vecino era abordado al lado de casa por un hombre y una mujer, viejos conocidos en el mundo de la delincuencia, sobre todo la última, con cuatro juicios pendientes por casos similares. Tal y como denunció en Comisaria, un hombre y una mujer se dirigieron a él y lo intimidaron con una navaja en el interior de su portal para que le dieran todo el dinero que llevaba encima. En total, le quitaron más 120 euros y varias monedas sueltas. De poco sirvieron los intentos de varios testigos, entre ellos el camarero de un bar de la zona cuando vieron salir corriendo a la pareja en actitud sospechosa. Uno de estos trabajadores llegó a retener a la chica, mientras otros llamaban a la Policía Nacional pero debido a la tardanza de estos últimos al final tuvieron que dejarla escapar.


A la mañana siguiente de nuevo este barrio volvía a sufrir un episodio similar, aunque en esta ocasiónsin violencia. Como denuncian los propios vecinos, una mujer mayor que acababa de sacar dinero de una entidad bancaria de la zona fue asaltada por dos jóvenes de nacionalidad extranjera cuando acababa de sacar del banco el dinero del mes:1.000 euros. Un suculento botín que presumiblemente le arrebataron tras haber seguido previamente sus movimientos y esperarla a la salida del banco. Para ello jugaron al despiste y emplearon una táctica que acabó dándoles resultados, tal como relató luego la señora, mientras una de ella hablaba con ella y le entretenía otra le quitó el dinero. Cuando la víctima reparó en que le faltaba su cartera se habían marchado.
Desgraciadamente el caso de esta mujer mayor no es nuevo, dado que son muchos los delincuentes que a finales de mes, coincidiendo con el pago de las pensiones, observan los movimientos de los mayores, que se convierten en presas fáciles al tener costumbre de llevar encima más dinero en efectivo. Y esta zona se presta mucho a esta práctica porque hay varias entidades bancarias pegadas. Las recomendaciones policiales a este colectivo son claras: no llevar grandes cantidades encima, procurar ir acompañados y no dejarte engatusar por ningún extraño.

Tras estos últimos acontecimientos la preocupación por la inseguridad en la barriada no se ha hecho esperar, sobre todo después de que este último suceso se produjera a plena luz del día, y en el caso del otro vecino sólo le bastara salir a la calle por la tarde para ser arrinconado hacia su propio portal y una vez allí amenazarle con una navaja en el pecho para intimidarle.


En este último caso, el enfado del afectado fue doble, ya que además del susto que se llevó, tuvo que ver como uno de los autores escapaba finalmente pese a haber sido retenida por un camarero de la zona porque la Policía Nacional no acudió, puesto que cuando dieron aviso le pidieron que fueran a la Oficina de Denuncias de la Comisaría a denunciar los hechos. Una vez allí, les explicaron que para este tipo de emergencias tendrían que haber llamado a la Policía Local  y luego poner la denuncia.

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