Las relaciones literarias entre Andalucía y América centran el foco de estudio del Grupo de Investigación dirigido por la catedrática de la Universidad de Sevilla Carmen de Mora Valcárcel, quien además ha participado en la coordinación, junto al profesor Alfonso García Morales, de los dos primeros volúmenes de la colección Trans-Atlántico de la editorial Peter Lang, que dirige Norah Dei-Cas Giraldi, con el título 'Viajeros, diplomáticos y exiliados. (Escritores hispanoamericanos en España (1914-1939)'. Una obra innovadora desde el punto de vista sistemático en este país.
Según se indica en nota de prensa, estos expertos se replantean los estudios literarios más allá de los límites del concepto nación-estado para situarlos en una perspectiva transnacional, lo que permite ensanchar el campo de visión y observación de los fenómenos literarios y culturales. La motivación de este estudio radica también en el impulso americanista que se produjo en España en las primeras décadas del siglo XX, período conocido como 'La Edad de Plata', y sobre todo durante la Segunda República (1931-1936).
"En dicho período hubo un extraordinario interés por las relaciones culturales con Hispanoamérica que no debe olvidarse al hablar de estos temas. Un afán de renovación y de estar al día favoreció la penetración de corrientes intelectuales procedentes de Alemania, Francia e Inglaterra. Todos estos elementos dieron lugar a un florecimiento cultural que se veía reflejado en numerosos ámbitos del conocimiento. La presencia en España de figuras como Alfonso Reyes, Silvio Zavala y Henríquez Ureña fortaleció durante esos años los intercambios culturales e intelectuales que ya se venían produciendo desde mediados del siglo XIX", afirma De Mora Valcárcel.
Durante los gobiernos de la Segunda república se planificaron de forma más sistemática las acciones culturales de España en el exterior y, en el interior, se impulsaron las actividades americanistas del Centro de Estudios de Historia de América, fundado en Sevilla, y del Centro de Estudios Históricos de Madrid, explica la profesora de la US.
En estos dos volúmenes se presenta un amplio panorama de las relaciones culturales y literarias que mantuvieron escritores e intelectuales hispanoamericanos con sus homólogos españoles con motivo de la presencia de aquellos en España durante el período comprendido entre 1914 y 1939. Hasta ahora, en los manuales de literatura y en una parte considerable de estudios, unos cuantos nombres repetidos una y otra vez --Huidobro, Borges, Neruda, Vallejo y Paz, principalmente-- bastaban para cubrir una nómina de escritores que fue muy superior en número. La cifra de los que se tratan en estas páginas permite formarse una idea más precisa de hasta qué punto resultó provechoso para ambas partes.
Estos dos primeros volúmenes corresponden a México, Centroamérica y el Cono Sur, mientras que el próximo abordará las relaciones con El Caribe, Colombia, Venezuela, Ecuador y Perú. Los asuntos y aspectos que se tratan varían según los escritores, así se tiene en cuenta los debates y polémicas, la contribución de los escritores hispanoamericanos a la expansión de la vanguardia histórica en España; los vínculos literarios con escritores españoles, redes intelectuales, amistades, tertulias, colaboraciones en revistas y periódicos y España como ámbito de consagración literaria para los escritores hispanoamericanos, entre otros temas.