El 42 por ciento de los españoles prefiere el pescado nacional y sólo al 19,13 por ciento le importa el precio de este producto a la hora de comprarlo, según ha mostrado un equipo de científicos españoles, quienes han comprobado, además, que el 20,58 por ciento se fija en las condiciones de almacenamiento y el 18,01 por ciento en el método de obtención.
Para llevar a cabo esta investigación, los expertos reunieron a cerca de 900 consumidores en nueve comunidades autónomas --Andalucía, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Cataluña, Galicia, Madrid y Murcia-- para analizar sus preferencias en la compra del pescado. Los factores que se evaluaron fueron el país de origen --España, Marruecos y Noruega--, el método de obtención --crianza o pesca extractiva--, el método de conservación --fresco o congelado-- y el precio --6 euros el kilo, 12 euros y 18 euros--.
Los resultados han mostrado que el lugar de procedencia es el factor que más valoran los compradores a la hora de elegir el pescado. De hecho, según el estudio, publicado en la revista 'Food Quality and Preference' y recogido por la plataforma Sinc, la preferencia por el pescado nacional se podría atribuir a la mayor confianza que este ofrece al consumidor.
Y es que, España es un país con gran tradición pesquera por lo que el pescado autóctono se asocia con un producto más fresco que el de importación. Los patrones de mayor consumo de pescado fresco frente al congelado también parecen apuntar en esa dirección.
"En general, el pescado autóctono, salvaje, fresco y con un precio de bajo a medio --6-12 euros el kilo-- es la opción preferida por los consumidores", ha explicado la investigadora del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA) y coautora del trabajo, Anna Claret i Coma.
Asimismo, esta experta ha destacado el hecho de que la mayoría de los encuestados se decantan por el pescado salvaje en lugar del de crianza por lo que, a su juicio, es "necesario" que dispongan de estrategias "eficaces" de información para apoyar el consumo de pescado de acuicultura. Así, ha apostillado, se puede reducir la sobreexplotación de los recursos pesqueros naturales.
En este sentido, el estudio reconoce que España es el mayor productor de pescado de la Unión Europea --en cuanto a volumen-- y uno de los estados miembros que más compra, pero advierte de que su consumo podría experimentar una disminución considerable en el futuro como consecuencia de los cambios en los hábitos alimentarios observados en los últimos años.
MENOS PESCADO Y MÁS CARO
Los datos de Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente así lo confirman. El consumo de pescado en España bajó de los 1.254 millones de kilogramos en 2010 a los 1.230,2 en 2011, un descenso del 1,9 por ciento. Caen, sobre todo, los mariscos (un 4,3 por ciento) y solo se observa crecimiento en la compra de conservas (1,8 por ciento).
Sin embargo, los hogares españoles gastaron 9.001,4 millones de euros en productos pesqueros durante 2011 frente a los 8.750,4 millones del año anterior. El perfil del comprador medio es una persona de más de 50 años, de clase acomodada y con hijos medianos o mayores, o bien parejas sin hijos o jubilados.
Aunque no consuman mucho pescado, los jóvenes independientes son los que más han incrementado la adquisición de este alimento, con un crecimiento del 6,6 por ciento entre octubre de 2011 y 2012. Además, por comunidades autónomas, las mayores consumidoras de productos de la pesca durante ese periodo han sido Castilla y León, Galicia y Cantabria, y las que menos, Extremadura y, curiosamente, los dos archipiélagos: Baleares y Canarias.