El estado de abandono en el que se encuentra la iglesia de Santiago sigue dando pie a la comisión de todo tipo de delitos. Ayer, sin ir más lejos, efectivos de la Policía Local sorprendieron a varios individuos en el interior de la sacristía del templo, a la que habían accedido tras forzar una puerta y romper un cristal.
Los desaprensivos habían forzado las cajoneras de la sacristía -donde no quedan objetos de valor-, trataban de arrancar una reja y habían tratado de acceder a una antigua lámpara colgada a varios metros de altura.
En una primera inspección, el delegado de Arte Sacro de Asidonia-Jerez, Enrique Soler, echó en falta algunos objetos “de pequeño volumen”, manifestando su sensación de “impotencia” por el estado general que presenta el templo y las acciones de pillaje que se vienen cometiendo en su interior desde que la empresa adjudicataria de su rehabilitación, Cimtra, abandonara los trabajos hace ya casi tres años.
La Diócesis, que es propietaria del inmueble, mantiene que no puede actuar en el edificio debido a que el convenio que propició el inicio de las obras de rehabilitación -y que se encuentra aún vigente- contemplaba la cesión del bien a la Junta de Andalucía.
De hecho, el propio Soler se mostraba ayer partidario de sellar los accesos a la iglesia a la espera de que algún día puedan retomarse los trabajos que se encuentran pendientes de ejecución y con el objetivo, al menos, de evitar que sigan produciéndose actos de pillaje.
No en vano, el templo se ha convertido en estos últimos meses en un ir y venir de personas de todo tipo, ya que el vallado perimetral que en su día se instalara para preservar el desarrollo de las obras ha dejado ya de cumplir su función primigenia.
En cualquier caso, se garantiza que en el interior del inmueble no quedan objetos de valor artístico, que fueron retirados después de que se cometiera un primer robo que afectó a la imaginería del baldaquino. Por fortuna, aquellos elementos ornamentales pudieron ser recuperados en una chatarrería.
Robo en la capilla del asilo de San José
La capilla del antiguo asilo de San José sufrió un robo en la madrugada de ayer, desapareciendo cuatro candeleros que la Hermandad del Prendimiento venía utilizando para sus cultos internos. Estas piezas pertenecen a Santiago.
