Doce personas han muerto en un atentado perpetrado por siete terroristas suicidas contra una base militar en la localidad de Jalalabad, en el este de Afganistán. Los talibán han reivindicado la autoría del atentado.
La Policía local ha certificado el hallazgo de una docena de cadáveres que vestían uniformes militares y de la Policía afgana esparcidos en la entrada del aeródromo, usado únicamente por las tropas estadounidenses y de la misión de la OTAN en el país centroasiático.
La Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF) ha confirmado la muerte de un miembro de las fuerzas de seguridad afganas ha muerto. Varios soldados de la OTAN también han resultado heridos.
No obstante, aún no se ha aclarado cuántos policías y militares han perdido la vida en este ataque que, según han precisado fuentes de la Inteligencia afgana a la cadena BBC, ha sido ejecutado por siete terroristas suicidas.
Los cuatro primeros atacantes habrían estrellado sus vehículos cargados de explosivos contra la entrada al aeródromo y, acto seguido los tres restantes habrían mantenido un intenso tiroteo durante 20 minutos con las fuerzas afganas y helicópteros militares, de acuerdo con la BBC.
Al respecto, el portavoz de la ISAF, el comandante Martyn Crighton, ha constatado la participación de "múltiples terroristas suicidas", mientras que el Ministerio de Defensa afgano ha dicho que dos terroristas suicidas han atacado la base de Jalalabad tras el lanzamiento de varios cohetes.
ATAQUE TALIBÁN
Las fuerzas de seguridad afganas y los talibán han mantenido fuertes tiroteos y se han escuchado sendas explosiones, según han relatado testigos presenciales a Reuters.
Los talibán se han atribuido el ataque contra la base militar y se han vanagloriado de causar "muchas bajas", según el portavoz Zabihulá Mujahid.
"Nuestros mujahidines han ejecutado un ataque en torno a las 6.00 hora local contra el aeropuerto de Jalalabad, que es la mayor base militar de Estados Unidos en la región", afirma el portavoz en un mensaje.
En febrero, un atentado suicida acabó con la vida de nueve personas en esta base de Jalalabad. El Gobierno afgano y el estadounidense tratan de mejorar la seguridad en el país antes de que las tropas de la ISAF, unas 130.000 a día de hoy, abandonen definitivamente el país centroasiático a finales de 2014.
