La Sierra de Cádiz también recibe le nombre de Sierra de Grazalema.
Se trata del extremo occidental de la Cordillera Penibética y está compuesta por otras subsierras, como la Sierra de Zafalgar, la Sierra del Endrinal y la Sierra del Pinar del Pinar, donde se alza el pico del Pinar o Torreón, la montaña más elevada de la provincia con 1654 metros de altitud.
Por gran parte de su territorio se extiende el Parque Natural de la Sierra de Grazalema, que es Reserva de la biosfera desde el año 1977 y que tiene numerosos parajes singulares como la Cueva del Gato, la Cueva de la Pileta y la Garganta Verde.
Mayor pluviometría de españa
Es uno de los puntos de mayor pluviometría de España, y uno de los últimos reductos del pinsapo en su entorno natural.
La mayoría de líneas de cría del Perro de Agua Español, entendido como raza canina normalizada, proviene de los perros de agua o perros turcos provinientes de la Sierra de Cádiz.
Arcos de la Frontera es cabeza del partido judicial númrero 2 de la provincia de Cádiz, bajo la cual se encuentran Alcalá del Valle, Algar, Algodonales, Bornos, Espera, El Gastor, Olvera, Puerto Serrano, Setenil de las Bodegas, Torre Alháquime y Villamartín. Ubrique es cabeza del partido judicial número 15 de la provincia, bajo cuya jurisdicción se hallan Benaocaz, El Bosque, Grazalema, Prado del Rey, Villaluenga del Rosario y Zahara de la Sierra.
Sus localidades forman parte de la Mancomunidad de Municipios de la Sierra de Cádiz y de la Diócesis de Asidonia-Jerez, bajo la jurisdicción eclesiástica del obispado homónimo, sufragáneo del Arzobispado de Sevilla.
“Vamos a mostrar al mundo las excelencias de la Sierra”
La Mancomunidad serrana, en representación de cada uno de los 19 municipios de la comarca, acude a la cita de la Feria Internacional de Turismo para promocionar toda su oferta turística. De nuevo, la Sierra de Cádiz cumple con su obligación de estar en ese foro para mostrar al mundo las excelencias turísticas de cada uno de sus municipios, basadas en la calidad como el mejor elemento que nos diferencia. Nos mueve nuestro compromiso de situar a esta tierra en un lugar de preferencia dentro de los destinos más demandados.
Esta Mancomunidad confía en que el turismo ocupe una de las principales actividades económicas de cuantas se suceden en la zona. Es la primera industria española y, como tal, luchamos con la ayuda del resto de administraciones por aprovechar las oportunidades que trae consigo el sector para que nuestros pueblos crezcan y nuestros habitantes tengan un futuro más halagüeño.
Asistimos a Fitur con la voluntad de difundir nuestra identidad y nuestras propuestas. Queremos que nos conozcan, para conseguir que nuestro territorio sea un marco de referencia dentro del turismo rural. La Sierra de Cádiz posee todos los ingredientes necesarios para estar en el puesto de salida de los circuitos más importantes del turismo interior. Nos avala la cada vez mayor afluencia de turistas en determinados momentos del año.
Tenemos las infraestructuras necesarias. Tenemos los recursos naturales y patrimoniales. Sin embargo, tenemos que luchar contra la estacionalidad del sector, fijando una oferta variada y diversificada, que propicie las estancias de visitantes a lo largo de todo el año. Por ello, en este gran foro mostraremos a los visitantes que trabajamos también por unir y relacionar el turismo a la cultura, a la naturaleza y a la gastronomía.
Asistimos a Fitur con una imagen clara y sencilla exponente de todas las excelencias que encierran los 19 municipios de la Sierra. Y es que la marca turística 'Una identidad. Mil diferencias', que nació hace 5 años al amparo de esta Mancomunidad, es, hoy por hoy, un referente que quiere hacerse un hueco de peso en el sector.
La Sierra de Cádiz está preparada ya para vender un producto turístico único que encierra, nada más y nada menos, que la propia identidad de las gentes de nuestros pueblos. Un producto distinto y de calidad, donde el visitante puede encontrar una gran oferta basada en el entorno natural, como el Parque de la Sierra de Grazalema, que es reserva de la Biosfera y que está ligado a la propia historia, patrimonio, gastronomía y usos populares de esta tierra. Todo, sin olvidar que tenemos un valor genuino, que responde a todos los atractivos que nos brinda la vida de pueblo. La Sierra de Cádiz puede competir en igualdad con otros territorios turísticos. Eso sí, estamos planificando nuestro desarrollo con estrategias que permiten el crecimiento de esta tierra, pero cuidando nuestros pasos, para no terminar con una oferta sobredimensionada y parecida a la de otras zonas. Nuestro turismo no se basa en cantidades, sino en la calidad de nuestros servicios basados en el respeto escrupuloso hacia nuestros visitantes. Vaya por delante mi agradecimiento a todas las personas que han apostado por esta tierra con inversiones que tren consigo nuevas actividades.
También agradecer el trabajo de los empresarios turísticos de la comarca, que han hecho un doble esfuerzo en los últimos tiempos por acondicionar sus instalaciones, en pro de pfrecer mejores servicios.
Amigos y compañeros. La Sierra de Cádiz os espera. Venid a conocerla. Os sentiréis como en casa
GRAZALEMA un verdadero paraíso
Mayor íncide de pluviosidad de todo el territorio nacional
Grazalema, villa legendaria de la Serranía Gaditana, se encuentra situada al Noreste de su provincia, enclavada en el corazón de la sierra que lleva su nombre y comprendida dentro del espacio protegido del primer Parque Natural que se constituyó en Andalucía; el Parque natural de la Sierra de Grazalema.
Emplazada en la ladera de la Sierra del Endrinal, sobre una bancada natural, Grazalema se extiende a lo largo para desembocar precipitadamente en el Tajo, que nos impulsa hacia el Valle del Guadalete.
A sus espaldas se erige, majestuoso y protector, el Peñón Grande, sus costados son guardados por la Sierra Morena al Norte y la Sierra del Endrinal al Sur, abriéndose generosa por el Este hacia la Sierra Rondeña de las Nieves. Al Oeste se halla el cerro de San Cristobal de 1.555 m. de altitud y, un poco más al Norte, la Sierra del Pinar siendo éste el punto orográfico más alto de la provincia de Cádiz, con 1.653 m. Aquí es donde tiene su reinado el conocido Pinsapo, espécimen de pino que podríamos catalogar de prehistórico, ya que es la única especie arbórea que perduró a la última glaciación alpina.
Grazalema se precia de tener en su entorno dos verdaderos edenes de la Sierra por sus riquezas naturales; hablamos, por un lado, de la Ribera de Gaidovar, valle regado por el río que le da nombre y que lo convierte en un auténtico vergel donde las temperaturas se suavizan creando un microclima que la caracteriza; y por otro, la Aldea de Benamahoma, núcleo con identidad propia, cuya riqueza principal es su esmerado aspecto y su bien más preciado el agua, que brota en abundancia de su nacimiento.
Su envidiable enclave geográfico la sitúa en el centro del triángulo formado por las ciudades de Cádiz, Sevilla y Málaga por lo que su accesibilidad se hace práctica desde cualquier punto desde el que se provenga.
Grazalema es uno de los pueblos más bellos de los que componen la Ruta de los Pueblos Blancos. Posee el Premio Nacional de Embellecimiento y Mejora.
Se la conoce como la ciudad donde más llueve de España. Por otro lado, en Grazalema y sus inmediaciones se han encontrado restos arqueológicos indicadores de una cierta actividad humana durante la Prehistoria. Sin embargo y a pesar de los vestigios de varias culturas anteriores, el prólogo histórico del lugar hay que fecharlo en tiempos de la colonización romana del Mediterráneo.
Son numerosos los atractivos turísticos de Grazalema, desde donde se pueden realizar excursiones a lugares bellísimos: al nacimiento del río Guadalete; al bosque de Pinsapos; a la Ermita de la Garganta. Practicar el alpinismo en las cumbres que pasan de los 1.500 mts. de altura.
También practicar el vuelo libre, o ala delta, utilizando la plataforma del Puerto de las Palomas para iniciar su vuelo; o espeleología en las numerosas cuevas de sus alrededores. Es en definitiva un verdadero paraíso para los amantes del deporte y la naturaleza.
Por todo ello, Grazalema es el destino ideal para los amantes de la naturaleza, para los amantes de las rutas naturales, de los recorridos, de los senderos donde poder practicar senderismo. Una vez haya recorrido los lugares más hermosos, puede alojarse en Grazalema en una de sus casas ruralesGrazalema, villa legendaria de la Serranía Gaditana, se encuentra situada al Noreste de su provincia, enclavada en el corazón de la sierra que lleva su nombre y comprendida dentro del espacio protegido del primer Parque Natural que se constituyó en Andalucía; el Parque natural de la Sierra de Grazalema.
Emplazada en la ladera de la Sierra del Endrinal, sobre una bancada natural, Grazalema se extiende a lo largo para desembocar precipitadamente en el Tajo, que nos impulsa hacia el Valle del Guadalete.
A sus espaldas se erige, majestuoso y protector, el Peñón Grande, sus costados son guardados por la Sierra Morena al Norte y la Sierra del Endrinal al Sur, abriéndose generosa por el Este hacia la Sierra Rondeña de las Nieves. Al Oeste se halla el cerro de San Cristobal de 1.555 m. de altitud y, un poco más al Norte, la Sierra del Pinar siendo éste el punto orográfico más alto de la provincia de Cádiz, con 1.653 m. Aquí es donde tiene su reinado el conocido Pinsapo, espécimen de pino que podríamos catalogar de prehistórico, ya que es la única especie arbórea que perduró a la última glaciación alpina.
Grazalema se precia de tener en su entorno dos verdaderos edenes de la Sierra por sus riquezas naturales; hablamos, por un lado, de la Ribera de Gaidovar, valle regado por el río que le da nombre y que lo convierte en un auténtico vergel donde las temperaturas se suavizan creando un microclima que la caracteriza; y por otro, la Aldea de Benamahoma, núcleo con identidad propia, cuya riqueza principal es su esmerado aspecto y su bien más preciado el agua, que brota en abundancia de su nacimiento.
Su envidiable enclave geográfico la sitúa en el centro del triángulo formado por las ciudades de Cádiz, Sevilla y Málaga por lo que su accesibilidad se hace práctica desde cualquier punto desde el que se provenga.
Grazalema es uno de los pueblos más bellos de los que componen la Ruta de los Pueblos Blancos. Posee el Premio Nacional de Embellecimiento y Mejora.
CONIL turismo sostenible
Pueblo marinero de sabor típico andaluz
Conil es un pueblo marinero situado en la Costa de la Luz, en el suroeste de la provincia de Cádiz, hermoso enclave costero de la comarca de la Janda. Si por algo se distingue Conil es por sus hermosas playas que representan el mayor atractivo de la localidad, por sus acantilados y pinares de Roche, por el carácter extrovertido de sus gentes, por su exquisita y variada gastronomía, por sus calles y plazas, por el sabor de típico pueblo andaluz...
Playas abiertas, extensas y aún vírgenes, de blanca y fina arena y aguas cristalinas, se extienden a lo largo de catorce kilómetros de litoral, alternándose con recoletas e íntimas calas, en las cuales el visitante está en contacto directo con la naturaleza; cabe mencionar, playas como “Bateles”, Castilnovo”, “Fuente del Gallo” o playa del “Puerco”; y sus calas, situadas en el noroeste del término, íntimas, solitarias y paradísiacas como la de Camacho, Melchor, del Aceite, El Frailecillo, o la Encendía.
Paseando por Conil, observamos interesantes muestras de arquitectura civil y religiosa; buen ejemplo de ello es la “Puerta de la Villa”, conocida por los antiguos como Puerta de Vejer, ya que era inicio del camino que conducía a esta localidad vecina. Es una de las cuatro puertas que conformaban el antiguo recinto amurallado de la villa; lugar emblemático, punto de entrada y salida de Conil, que da acceso a la Plaza de España, centro del casco antiguo del municipio.
Otro edificio que resalta en el centro, es la “Torre de Guzmán”, que daría nombre a la villa durante siglos, mandada a construir por D. Alonso Pérez de Guzmán, “Guzmán el Bueno”, a principios del siglo XIV, fue el núcleo alrededor del cual fue surgiendo la nueva villa durante los siglos XIV y XV. Recorriendo sus calles encontramos muestras de casas señoriales del siglo XVII y XVIII, visitas de gran interés. Las muestras de arquitectura religiosa son numerosas: “La Iglesia de Nuestra Sra. de las Virtudes”, antiguo convento de los frailes mínimos ó ex-convento de la Victoria, del siglo XVI; recibe culto en su interior la antiquísima imagen de Ntra. Sra.
La Iglesia de la Misericordia u Hospicio de ancianos es una gran obra construida en la segunda mitad del siglo XVIII ( 1779) por D. Sebastián Sánchez Franco, conde de las Cinco torres, natural de la villa para acoger a treinta familias pobres. En su interior resalta la imagen de la “Virgen de la Misericordia”, bonita escultura tallada en madera policromada. Resaltar otros edificios de interés como la “Capilla del Espíritu Santo” o capilla de Nuestro Padre Jesús de Nazareno, donde encontramos pinturas, e imagénes dignas de interés .
VEJER DE LA FRONTERA un rincón muy pintoresco
Un destino de casas blancas
Vejer de la Frontera es uno de los rincones más pintorescos del sur de España y de la Costa de la Luz. Un destino de casas blancas, empinadas callejuelas, playas vírgenes y gastronomía sin igual. En Vejer podrás perderte en un laberinto de murallas, plazuelas y patios llenos de flores mientras tus sentidos se deleitan con mil sonidos, olores y colores. Disfruta de su vibrante oferta cultural y gastronímica, compra artesanía diferente y recorre sus encantos naturales paisajísticos. A sólo diez minutos del centro te espera en una interminable playa solitaria de arenas doradas y aguas limpias.
El municipio de Vejer cuenta con una extensión superficial 264 Km2 con una altitud sobre el nivel del mar de 201 metros. Es un precioso pueblo blanco a orillas del rio Barbate comunicado con todos los pueblos de la costa por la carretera N-340.
La población ronda los 12.000 habitantes censados. Ofrece un producto turístico muy completo, que combina oferta cultural, turismo interior y las mejores playas a sólo 15 minutos.
De gran tradición árabe, Vejer siempre destacó por su miel y sus fuentes de agua. En sus cercanías ocurrió la batalla del Guadalete y no fué hasta 1250 que Fernando III reconquistó esta tierra.
Hoy Vejer es un pueblo en crecimiento, motivado sobre todo por el constante pereginaje de extranjeros que abandonan sus frías tierras en busca de sus silenciosas calles.
Este movimiento está haciendo proliferar en Vejer de la Frontera un gran número de negocios de alojamiento, artesanía o boutiques dirigidas por ingleses, franceses o alemanes. Déjate empujar por el viento de levante y recorre sus alrededores llenos de sensaciones por descubrir.
CÓMO MANEJARSE EN VEJER
Vejer es un pueblo perfectamente equipado y prácticamente no es necesario traer nada de casa para disfrutar de la visita.
Se recomienda traer calzado y ropa cómoda para andar. A los amantes del mar les recomendamos un equipo de buceo, de pesca o incluso una tabla de surf para las olas del Palmar.
En cuanto a comida Vejer cuenta con un buen mercado diario y varios supermercados perfectamente abastecidos y con una excelente oferta de pescado, carnes , frutas y verduras. También ha muchísimas tiendas familiares de comestibles. La oferta de bares y restaurantes es variada. Se pueden encontrar facilmente farmacias, librerías....
EL GASTOR cuna de históricos bandoleros
El Gastor, balcón de los Pueblos Blancos de la Sierra de Cádiz
Dentro de la Sierra de Cádiz, El Gastor es conocido como Balcón de los Pueblos Blancos, debido a su blancura y que desde su punto más alto (1.060 metros) se pueden disfrutar unas maravillosas vistas de los municipios colindantes. En el extremo Nororiental de la provincia de Cádiz se encuentra el pueblo de El Gastor limitando al Norte con la provincia de Sevilla, al Este con la de Málaga y al Oeste y Sur dentro de Cádiz. Se encuentra a 20 Km de Grazalema, a 17 Km de Zahara, a 15 Km de Algodonales, a 33 Km de Ronda.
Hay varias teorías sobre el origen del nombre y del pueblo de El Gastor, lo que sí se puede confirmar es que en la prehistoria ya existía la presencia del hombre, por estos parajes, como así lo demuestran los descubrimientos arqueológicos, y la existencia de Dólmenes siendo él más importante el llamado Tumba del Gigante.
En la época Romana existen indicios de la existencia de Irippo, incluso se han encontrado monedas acuñadas por el Emperador Augusto. En algunos documentos sobre la Serranía nos dicen que El Gastor era una plaza militar de Zahara ya en 1369 con el rey Alfonso XI de Castilla. Durante los siglos XIV y XV estos pueblos pasan de manos cristianas a manos musulmanas y viceversa sucesivamente. En 1484 fueron tomados por Don Rodrigo Ponce de León, marqués de Cádiz.
Una vez finalizada la reconquista en el siglo XVI se formaron los núcleos derivados de otros como es el caso de El Gastor. En principio se crea como núcleo agrario y comercial, las principales actividades eran la ganadería y el cultivo. Empezando la construcción de las primeras casas y el laboreo de las primeras tierras. La primera calle que se construye se llama La Fuente, por la existencia de una fuente, que era el suministro del agua a la mayoría de las viviendas y centro de reunión de las mujeres para el lavado de las ropas.
En 1834 se independiza de Zahara y se constituye como pueblo. Durante la invasión Francesa fue cuna de bandoleros como José María El Tempranillo, que tenia novia de El Gastor. Todavía en el Siglo XX, El Gastor carecía de carreteras solo se comunicaba con los demás pueblos por caminos de herradura. La única carretera de la Sierra solo llegaba hasta Algodonales. Durante la guerra civil, el pueblo era dominado por el bando nacional de la Falange, sufrió una dura posguerra con grandes represiones, de ahí salieron en la serranía los bandoleros como Diego Corrientes, El Cerrito ó Potaje, que fue muerto en la sierra de Zahara y paseado su cadáver en una mula por el pueblo de El Gastor.
Gastronomía popular
La gastronomía de este pueblo está basada en productos agrícolas y ganaderos propios de sus tierras. El olivo la provee de buenas aceitunas para su consumo y de estas además se obtiene el aceite de oliva serrano. Gran importancia tiene la chacina y embutidos como chorizos, morcillas, chicharrones... Entre sus platos podemos citar el popular Guisote a base de migas de pan, espárragos y ajo, además del puchero, el pollo con almendras, las sopas, los revueltos de espárragos, entre otros muchos. Son exquisitos sus dulces, siendo característicos los roscos blancos y los hornazos (típicos de Semana Santa). Varios particulares elaboran sus vinos pisando la uva de forma tradicional como se hacía antaño.
TORRE ALHÁQUIME
Calles que denotan su origen bereber
Este pueblo blanco está situado en la cumbre de un cerro de la Sierra Gaditana, rodeado de lomas. Sus calles se confunden a veces con las de municipios del Norte de África pues tiene origen bereber. En el núcleo urbano quedan los restos de los muros del que fue el Castillo del Cementerio, desde allí se puede observar una panorámica de la sierra de Torre Alháquime. Otro yacimiento arqueológico son las ruinas de la antigua fortaleza nazarí.
Su conjunto monumental ha sido declarado Bien de Interés Cultural, y encontramos en él la Parroquia de Nuestra Señora de la Antigua, del siglo XVIII; el monumento al Sagrado Corazón de Jesús y el Arco de la Villa.
Aunque sin duda, si hay algo que aún está presente en sus calles, es la esencia del famoso bandolero José María El Tempranillo, que vivió gran parte de su vida en esta localidad.
Rutas de senderismo por los cerros contiguos es una de las actividades que se pueden realizar en Torre Alháquime, además de caza y pesca, ya que río Guadalporcún pasa al lado del pueblo.
Tiene una gastronomía basada en los productos de elaboración casera, como los roscos de leche, las tortas de masa con almendras o el "Hornazo", que es más una tradición. Consiste en colorear huevos, unirlos con azúcar y adornarlos.
En su artesanía destaca los artículos realizados con esparto, mimbre, madera y cerámica.
Sus fiestas más importantes son la Romería de San Juan, que tiene lugar entre el 22 y el 24 de junio, y el Carnaval, con repercusión local y comarcal.
Hay 139 kilómetros entre Cádiz y Torre Alháquime. Para llegar tomaremos la AP-4 en dirección Jerez, después la A-382 dirección Arcos y una vez pasemos Olvera, es el siguiente municipio que encontramos.
BENAOCAZ sendero empedrado
Benaocaz, pueblo de alta montaña y clima ideal
Benaocaz, pueblo de alta montaña y clima ideal. Con este simpático rótulo nos recibe esta pequeña población de la Sierra de Cádiz de algo más de quinientos habitantes, situada a 797 metros de altitud en la depresión que dibujan las sierras del Caíllo y de Ubrique con sus peladas paredes de roca desnuda.
Benaocaz, que bien pudiera significar hijo de Ocaz fue fundada en los albores del siglo VIII, recién iniciada la ocupación de la Península Ibérica por las huestes procedentes de África, que entre otros testimonios arquitectónicos nos dejaron el barrio nazarí, hoy en estado ruinoso.
Si elegimos el mes de febrero para realizar nuestra visita podremos vivir las fiestas que se celebran en honor del patrón San Blás y conocer más de cerca a las gentes de esta zona.
Esta festividad, que data del siglo XVII, incluye una procesión en la que se bailan y cantan piezas folklóricas tradicionales, como la jerigonza y el abandolao, y donde se da buena cuenta de las exquisitas chacinas que previamente han sido orientadas al Santo.
Y se dice que en estas fiestas los mozos se suben a la colina y tiran piedras a los de Ubrique que acuden en tan señalada ocasión.
Un sendero empedrado en algunos tramos y que antaño debió ser muy transitado, pues constituía la principal vía de comunicación entre Benaocaz y Grazalema, parte del lugar conocido como San Antón en busca del Puerto de San Fernando.
A lo largo de este tramo, un encinar en el que pastan unas vacas retintas nos ofrece el único paisaje arbolado que transitaremos.
Algunos cagajones en el camino delatan el paso de las bestias o borricos en el traslado a Benaocaz de la leche de cabra, ordeñada en la sierra esa misma mañana.
Al cruzar el encinar se pueden encontrar pequeños llanitos limpios de hierba y de forma circular, son las soleras de los hornos de carbón o alfajanes.
VILLALUENGA DEL ROSARIO más alta que las nubes
Cuna de eminentes poetas y literatos
Villaluenga del Rosario estuvo ocupada por los musulmanes desde el año 716 al 1485, fecha en la que Don Rodrigo Ponce de León, Marqués de Cádiz y duque de Arcos de la Frontera, se le arrebata a los árabes, concediéndole por ello los Reyes Católicos el Señorío de la “Serranía de Villaluenga”, siendo esta la capitalidad de las siete villas, según se consigna en el privilegio fechado en Jaén el 11 de Enero de 1498.
Se cree que el nombre de “Villaluenga” lo recibió de la forma alargada y estrecha que presenta el casco de la población. Y del “Rosario” se añadió posteriormente en el siglo XVIII, debido a la arraigada devoción que los habitantes profesaban a la Virgen del Rosario, bajo cuyo patrocinio se puso a partir de esta fecha.
Es cuna de eminentes poetas y literatos, entre los que se destacan, Don Juan Miguel Pérez González, Obispo que fue de Gerona, Don Pedro Pérez Clotet, Don Rafael García García , etc.....
Villaluenga se encuentra situada la Noroeste de la provincia de Cádiz, más alta que las nubes, emergiendo directamente de la roca, próxima a los 1.000 m. de altitud sobre el nivel del mar, le hace ser el pueblo mas elevado de su provincia y comarca. Su clima mediterráneo es seco en la época estival, pero sin embargo el índice de pluviosidad de toda esta cordillera es la mayor de la Península, registrándose una media anual de 2.516 m.m, llegándose a producir grandes nevadas en invierno.
El cuidadísimo y pulcro de Villaluenga del Rosario, se arrebuja armónicamente entre sí, sobre calles empinadas que se prolongan hasta intimar con los peñascos y la vegetación. Sus casas recoletas de tejados ondulados, donde se posan chimeneas, angostos postigos, fachadas blancas, floridos balcones. , forman un conjunto pintoresco y armónico, que exaltado por las nieves del invierno, hacen que este paisaje penetre en el alma del poeta y en las pupilas del pintor.
Entre las calles del núcleo puede verse casi siempre el protagonismo del impresionante macizo rocoso sobre el cual está asentado.
PRADO DEL REY tradición vitivinícola
Comodidades de la vida moderna en plena Naturaleza
Municipio perteneciente a la Ruta de los Pueblos Blancos. Su más emblemático legado histórico es la ciudad romana de Iptuci, situada al sur de la localidad, que ha dejado constancia de la existencia de un asentamiento humano en este paraje de la Sierra de Cádiz desde el Neolítico hasta el siglo XV, pasando por un período de florecimiento durante la dominación romana.
De una superficie de unas 14 hectáreas, el complejo, que se rodea de un recinto amurallado de unos 70 metros cuadrados, está situado en la cumbre de la Cabeza de Hortales, desde donde se divisa toda la cuenca alta del río Majaceite y la cuenca media fluvial del Guadalete, así como la ciudad romana de Carissa Aurelia, ubicada entre Bornos y Espera.
Los materiales recogidos por los arqueólogos en 1993-1994 autorizan a afirmar la existencia de un asentamiento en la Edad del Bronce y de otro en la época de los iberos, período al que puede que pertenezca la base de la estructura urbana. La ciudad de Iptuci poseyó una notable función tanto estratégica como económica en la época romana. Precisamente, de su importancia económica da idea el hecho de que poseyera acuñación de moneda propia (el perfil de Hércules o de un guerrero por una cara y una rueda por otro, en cuyos radios aparece grabada cada una de las letras de su nombre). Su período de esplendor hay que situarlo entre los siglos I y II d.C. Varias inscripciones dejan constancia de este florecimiento.
Pueblo eminentemente agrícola, conoció épocas de gran prosperidad como la originada por la producción de sus excelentes vinos de Pajarete, premiados en la exposición de Madrid de 1877, y aguardientes igualmente apreciados. A partir de los años sesenta se inicia un giro económico en la población gracias a la implantación de la industria artesana de la marroquinería, constituyendo hoy en día su principal factor de producción.
Mosto de pajarete
En esta localidad se pueden degustar platos típicos de la comarca, elaborados muchos de ellos con excelentes productos tradicionales de la sierra y regados con los vinos generosos del país y el famoso Mosto de Pajarete, vino blanco afrutado. Singular mención merecen las chacinas de elaboración casera, el aceite de oliva y la miel. Son platos tradicionales de la localidad: salmorejo; sopa cocida de Espárragos, sopa cocida de tomates; guiso de habas; caracoles; cabrillas; chicharrones; menudillo de chivo o pavo.
BORNOS importante patrimonio artístico
Una localidad ideal para el descanso
La localidad de Bornos está situada en la comarca denominada Sierra de Cádiz, en la zona norte de la provincia, encuadrada en el sur de Andalucía. El término municipal tiene una extensión de 54,3 Km2 de superficie, a 300 metros sobre el nivel del mar en su punto más alto. Al norte limita con Villamartín, al sur y este con Arcos de la Frontera y al oeste con Espera.
Bornos está enclavada en el Km. 44 de la A-382 y a 5 Km. del núcleo de población se encuentra Coto de Bornos, que en su origen fue una finca de colonos. Ideal para el descanso, Bornos abre sus puertas al visitante entregándole toda su historia, con un importante patrimonio artístico, y la belleza paisajística de su entorno, que enamora a los amantes de la naturalez.
La historia actual es el resultado de una trayectoria mucho más larga y, así podemos decir que la situación presente deriva de las circunstancias de siglos pasados, que, por lo general, fueron muy deficientes en auténticas mejoras y muy pobres en cambios que favorecieran la situación del campesinado; por eso los pueblos andaluces, entre ellos Bornos, vivieron un atraso cultural y económico profundo, existiendo estructuras sociales de fuerte desequilibrio.
La situación general del pueblo mejora durante la dictadura de Miguel Primo de Rivera. Existe una memoria que se realizó para la Provincia de Cádiz entre 1923 y 1928. Según dicha memoria: El abastecimiento de aguas potables se efectuaba desde el manantial de El Nacimiento, a través de cañerías de hierro. El alcantarillado es parcial.
El alumbrado público es por electricidad. Su principal riqueza es el trigo, la ganadería y los olivares. Se destaca la pequeñez del término municipal y que muchos agricultores trabajan en tierras de términos vecinos.
Y en esta época de resurgimiento y recuperación del esplendor nos plantamos en la Historia de Bornos, para entroncarla con el presente, en el que Bornos sigue luchando consigo mismo y sus circunstancias para volver a ser lo que fue; apostando fuerte para que en todas partes se descubra a este gran desconocido que es nuestra Villa de Bornos; para crecer, aunque sea a la sombra de otros más grandes, pero con su propia personalidad e idiosincrasia.
VILLAMARTÍN riqueza de tirrras
Inicio de la campiña gaditana atravesado por el río Guadalete
El término municipal de Villamartín está situado en el Noroeste de la provincia, al pie de las Sierras Béticas, donde empieza la campiña gaditana, y es atravesado por los ríos Guadalete y Sarracín, en un paisaje de agricultura, fundamentalmente de secano.
Su origen se remonta al Neolítico, pero fue al final de la Edad Media cuando se constituyó su actual asentamiento, al amparo del Castillo de Matrera. Su conjunto urbano se distribuye a los lados de una loma y en él destacan algunas casas nobiliarias, como la Casa Palacio de Los Topete, y también el resto de viviendas encaladas, propias de los pueblos blancos.
Villamartín es el nudo articulador de las comunicaciones de la Sierra de Cádiz. De aquí salen las tres ramas que conforman la Ruta de los Pueblos Blancos: Ruta Suroeste hacia Arcos. Ruta Sureste hacia Ubrique. Ruta Noreste hacia Olvera.
Villamartín es uno de los pocos lugares de toda España en el que la continuidad de población se conoce desde la prehistoria. Zona que mantenía la población gracias a la extrema riqueza de sus tierras y a su estratégica situación, nudo articulador entre los territorios actuales de Cádiz, Sevilla y Málaga. Gracias a su situación y a la continuidad de población antes citados, el término municipal es un gran yacimiento. La Vega del Guadalete forma una terraza plagada de yacimientos paleolíticos.
En los llanos de Villamartín encontramos la gran necrópolis megalítica denominada Campo Dolménico de Alberite, conjunto de sepulcros megalíticos de galería, que sitúa los orígenes más remotos de población en el término de Villamartín en el V milenio A.C. Cinco han sido los dólmenes localizados hasta hoy. Sólo uno ha sido excavado, hasta ahora. Coronando la ciudad, encontramos la Ciudad Tartésica de Torrevieja, que domina los alrededores con inmejorables vistas.
Por ser Villamartín cruce de varias calzadas romanas, existe una infinidad de yacimientos romanos. Los restos visigóticos, que se conservan en algunos lugares de la localidad, nos confirman también esta presencia en nuestras tierras. La fundación del Villamartín moderno data del 4 de febrero de 1503, cuando el Cabildo de Sevilla decide poblar las tierras del Campo de Matrera, cediéndoselas a 118 pobladores, procedentes de pueblos de los alrededores.
PUERTO SERRANO El pueblo más septentrional de la provincia
Puerto Serrano refuerza su oferta turística de la Vía Verde
El pueblo más septentrional de la provincia se encuentra inmerso en un ambicioso proceso de transformación agrícola - con el desarrollo de nuevos cultivos, como el fresón-, y turístico-cultural, con los primeros pasos de lo que será la Vía Verde de la Sierra, una de las rutas más atractivas de la Sierra de Cádiz.
Se halla situado en la zona norte de la provincia gaditana, entre las sierras subbéticas y gaditanas y el río Guadalete, lo que le proporciona una extraordinaria riqueza paisajística y la dota de abundantes parajes de gran belleza natural. Su término municipal está junto a la línea que la separa de la provincia de Sevilla. Sus habitantes se denominan bolicheros..
Orígenes históricos
Resulta difícil concretar los orígenes históricos de Puerto Serrano, aunque las hipótesis suelen coincidir en el reconocimiento de un pasado romano, cuando el lugar acogió una villa o poblado con el nombre de Marciago. Los árabes trajeron a este rincón de Cádiz la tradición de sus molinos de aceite y nuevas modalidades y métodos de cultivos. También aportaron una filosofía de vida diferente a todo lo anterior, aunque inspirada en lo clásico. Y cómo no, dejaron su recuerdo materializado en grandes obras.
Como monumentos, destacan la Iglesia Parroquial de Santa María Magdalena, dedicada a la Patrona del pueblo; el molino de Siré (Antiguo convento carmelita); los restos arqueológicos de Marciago y Cerro Castelar, o la Necrópolis Prehistórica de Fuente de Ramos.
La emancipación definitiva, ya como parte de la provincia de Cádiz, se fecha en 1835. El papel de los guerrilleros de Puerto Serrano en el acoso y derribo de las fuerzas napoleónicas en la provincia fue fundamental, motivo por el que se les premió con la asistencia a la Constitución promulgada por las Cortes de Cádiz.
El peñón de Zaframagón
Puerto Serrano, debido a su localización geográfica, comprende una gran variedad de hábitats que van desde el fluvial hasta el estepario; del bosque mediterráneo a la dehesa y del olivar al monte bajo. Así pues, nos encontramos con los distintos ecosistemas típicos del clima mediterráneo, así como su fauna y flora en esta localidad. Entre las especies vegetales más significativas encontramos a la encina, el algarrobo y el quejigo.
Entre la vegetación de rivera habría que destacar la importancia de los tarays, en el curso bajo del río.
Dada la privilegiada situación de la localidad, situada entre la zona de enlace entre Europa y África utilizada por las distintas especies migradoras y la colonia de cría de buitre leonado más importante de España.
En el peñón de Zaframagón, se pueden observar una gran variedad de aves, tales como ruiseñores, jilgueros, mirlos, currucas, zorzales, carboneros y cogujadas entre otros y diferentes rapaces como el alimoche, el gavilán, el búho real y el águila perdicera. Entre los mamíferos nos encontramos con especies como la gineta, el tejón, el turón y el zorro.
ESPERA tradición y modernidad
Una localidad que se rinde a los pies del Santo Cristo de la Antigua
Espera es un municipio agrícola de seculares tradiciones que posee dos de los más importantes yacimientos arqueológicos de la provincia. Situado al norte de la provincia de Cádiz, en las puertas de la Sierra y en la Ruta de los Pueblos Blancos; sus tierras lindan con las de la provincia de Sevilla.
Tiene su origen en la prehistoria. Existen cerca de la ciudad restos de asentamientos ibéricos: las Ruinas de Carisa que con el tiempo se convirtieron en asentamiento romano y visigodo. Fue destruída por los árabes no siendo habitada nunca más. Los iberos fueron derrotados por el cartaginés Amílcar Barca en una etapa de la que se guardan pocos hallazgos, siendo el principal de todos un sarcófago de arenisca.
Cayeron también los hijos de Cártago tras las muchas batallas mantenidas contra los legionarios de Escipión. Los romanos fundaron una gran villa en lo que hoy es el término municipal de Espera: Carissa Aurelia, cerca de la cual quedaba otra población igualmente latina llamada Urcia.
Sobre el castillo romano construyeron los visigodos su fortaleza en los primeros tiempos medievales. Pronto acudirían los moros, quienes asolaron el lugar y renovaron la fortificación hasta convertirla en el Castillo de Fatetar en torno al cual se asentaron los bereberes.
Finalmente, los cristianos del monarca conquistador Fernando III el Santo se adueñaron de esos pagos en 1251; el señorío de Espera fue, desde 1394 propiedad del ilustre Per Afán de Ribera y sus descendientes que en 1653 se unen a la casa de Medinaceli.
En 1837 desaparecen los señoríos, y con ellos el control feudal que dio paso a un nuevo modo de entender la política territorial, con la independencia de los ayuntamientos y la constitución de sus órganos similares a los que hoy existen.
En la actualidad, el turista puede realizar actividades tales como senderismo y visitar el Complejo Endorreico de Espera y los restos arqueológicos de Carissa Aurelia. Además de no perderse la Ermita de Santiago (Barroco del siglo XVI), o la Iglesia Parroquial de Santa María de Gracia (Renacentista de los siglos XVI y XVIII).
Reserva Natural del Complejo Endorréico
En el término municipal de Espera se encuentran Las Lagunas de Zorrilla. Este Complejo Endorreico está formado por tres lagunas: La Hondilla (estacional o temporal), La Salada (semipermanente) y La Dulce (permanente) que se nutren de las aguas de las lluvias, aunque también reciben aporte de aguas subterráneas. La vegetación exterior está compuesta por lentisco, espárrago, matagallos, jarales y palmitos. En la zona perilagunar, la vegetación palustre está formada principalmente por juncos, carrizos, tarajes y eneas.
De gran importancia es la vegetación subacuática, fundamental para la supervivencia de muchas aves, que la utilizan como lugar de cría y de invernada. Entre la gran cantidad de aves que nidifican en la vegetación de la villa o en sus alrededores podemos citar: aguilucho cenizo, ánades friso y real o pato colorado.
ALCALÁ DEL VALLE
Punto y final de la Ruta de los Pueblos Blancos
Refugio de moriscos, eclesiásticos, nobles y franciscanos, la villa de Alcalá del Valle aprovecha las riquezas de su patrimonio monumental y natural para acoger de nuevo a otras gentes que llegan hasta el Valle en busca del descanso y la calma de este municipio, con el que se cierra la Ruta de los Pueblos Blancos. Como su nombre indica, se encuentra en un valle situado en el extremo más nororiental de la provincia de Cádiz. En su límite oriental se encuentra la provincia de Málaga.
Destaca sobtre todo la variada Naturaleza. Al Norte del Parque de Grazalema, se encuentra “Tomillos”: espacio natural cubierto por grandes extensiones de alcornocales, higueras y de gran riqueza en especies endémicas. Con pendiente hacia el Arroyo de Marchenilla nos encontramos con el Parque Periurbano “Las Errizas”. En la zona existen cuevas vírgenes, y rutas ecológicas tales como: Vertiente Oriental de la Sierra de Mollina, de fácil acceso, curso del río Aguililla, desde su parte oriental hasta la zona del “paso de los leñadores” donde confluye con el Río Corbones.
Además, en la zona de Tomillos es un espacio ideal para acampar y desde el punto de vista recreativo, sobretodo en verano. Se pueden realizar diferentes actividades como senderismo, rutas a caballo, bicicross, rapel, espeleología por las vírgenes cuevas de la zona, y rutas ecológicas para el conocimiento de especies endémicas entre ellas.
Un poco de historia
La fundación medieval de esta localidad tiene sus prolegómenos en la rendición de los moros de Setenil en 1484 a los Reyes Católicos. Algunos de los vecinos solicitaron al rey Fernando un permiso para quedarse a vivir en las proximidades de aquel lugar y no en el propio emplazamiento, dado que a pesar de rendir vasallaje a los nuevos dueños recibían un trato vejatorio por parte de los cristianos de Setenil.
De este modo los mudéjares acabaron residiendo en el valle de los manantiales de Fuente Grande, levantando un poblado que se denominó, como hoy, Alcalá del Valle.