El flamante R29, bólido con el que Alonso intentará coronarse por tercera vez, registró su mejor tiempo con un 1:31.743, a más de cuatro segundos de crono del suizo, después de completar 86 giros en el asfalto portugués, que gozó de mejores condiciones climatológicas que en las sesiones precedentes.
El rival del español, el británico del McLaren-Mercedes Lewis Hamilton, actual campeón de la Fórmula 1, marcó un 1:30.242, el tercer mejor tiempo, tras 81 vueltas durante las que su MP4-24 tuvo problemas mecánicos y estuvo en boxes varias horas.
El suizo Buemi, de 20 años, repitió sus buenas precedentes actuaciones y realizó 128 vueltas en las que registró un mejor tiempo de 1:27.987, seguido de cerca por el alemán de la escudería Williams Nico Rosberg al lograr 1:29.729 después de 143 vueltas.
Su compatriota de Toyota Timo Glock, a quien se le incendió sin consecuencias su bólido TF109 durante la mañana, realizó la cuarta mejor crono con un 1:30.878 después de completar 105 giros en la exigente pista lusa.
primer contacto
Alonso, que ha conducido por primera vez el nuevo R29, declaró que los tiempos no son significativos porque aún está descubriendo cosas de bólido recién estrenado.
“Estos son los primeros días con el nuevo coche y aún estamos descubriendo cosas y tratando de mejorar en cada vuelta”, dijo el bicampeón mundial, que ocupó el último lugar en la tabla de tiempos de la jornada.
“Hay muchas cosas que aprender en muy poco tiempo y necesitamos aprovechar al máximo el tiempo que estemos en pista. Hoy hemos hecho un gran esfuerzo dando muchas vueltas”, agregó Alonso en declaraciones distribuidas por su escudería.
El asturiano comentó que “el programa será más de lo mismo” y añadió que espera que “el tiempo siga siendo seco” para aprovechar al máximo la última jornada.
Fernando Alonso, que relevó al brasileño Nelson Piquet, dio un total de 86 vueltas (404 kms.) al Algarve Motor Park con un mejor tiempo de 1:31.743. El español volverá a trabajar mañana en la última jornada de pruebas de la semana en el Algarve.
El asturiano, doble campeón del mundo en 2005 y 2006, rodó en su monoplaza con el sistema de recuperación de energía cinética KERS instalado pero sin activar, ya que el objetivo, según su equipo, es adaptarse a los cinco kilos de carga del aparato.
Alonso, que no se ha mostrado favorable a este nuevo sistema, ya reveló el pasado lunes que lleva a cabo un plan de preparación física más rígido para bajar de peso y contrarrestar la influencia del KERS.
Las condiciones del asfalto, aún húmedo por la lluvia caída en los últimos días, no permitieron que el español probara los neumáticos lisos que, junto al KERS, son una de las novedades que la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) impone a las escuderías esta temporada.
El R29 de Alonso, presentado en un austero acto el pasado lunes, tiene una línea más clásica y destaca por el aumento del tamaño del alerón delantero y la reducción en el trasero, para adaptarse a las normativas de FIA.
Su visual también es novedosa, con el color rojo dominando la carrocería y el amarillo y el naranja presentes en detrimento del azul.
El peso del bólido francés, incluido piloto, agua y lubricante es de 605 kilos, 45 menos que el poderoso F60 de Ferrari.