"No tenemos margen de error (...) Desde una perspectiva presupuestaria, el Gobierno se enfrenta a una situación en la que no tiene nada que ganar", señala De Guindos. "Si no haces suficientes ajustes, los mercados te penalizarán, pero si vas demasiado lejos, los mercados también podrían penalizarte", explica.
Así, las previsiones del Gobierno auguran una contracción del 1,7% de la economía española este año, aunque De Guindos espera que el próximo año se registre un crecimiento "ligeramente positivo".
De hecho, el ministro no duda en calificar de "desesperada" la situación que se encontró el Ejecutivo de Mariano Rajoy tras su llegada al poder, no sólo por la situación presupuestaria, sino también por un sistema bancario cargado de activos inmobiliarios tóxicos y por las dificultades financieras de gobiernos regionales y municipales.
En este sentido, De Guindos destaca que para resolver este último problema el Gobierno ha establecido una serie de líneas de crédito para ayudar a las regiones y municipios a pagar sus deudas, algo que, sin embargo, servirá para elevar en tres puntos porcentuales la ratio de deuda pública española, aunque no tendrá impacto alguno sobre el déficit.
Estas líneas de crédito, junto a la necesidad de financiar un déficit equivalente al 5,3% del PIB y a otras medidas menores, en un ontexto económica a la baja "impulsarán la ratio de deuda de España en unos diez puntos porcentuales en 2012 desde el 68,5% registrado en 2011", indica el ministro, quien, no obstante, subraya que, aún así, el dato de la deuda española será inferior a la media de la zona euro, que se situó en el 87,4% del PIB en 2011.
