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Olmert sigue con la ofensiva y dice que los objetivos ?están cerca?

El Ejército de Israel redobló ayer sus bombardeos aéreos y de unidades de artillería en uno de los días más sangrientos de su ofensiva militar en Gaza, donde el número de muertos se elevó a 901 y a 3.695 el de heridos.

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  • Columnas de humo tras un ataque israelí con misiles sobre la ciudad de Gaza. -
  • Los bombardeos continúan en la Franja, donde 38 palestinos han muerto en las últimas horas
  • Tras la jornada de ayer, una de las más sangrientas, las víctimas se elevan hasta 901
  • Hamas denuncia un posible uso de bombas de fósforo contra civiles en Gaza
El Ejército de Israel redobló ayer sus bombardeos aéreos y de unidades de artillería en uno de los días más sangrientos de su ofensiva militar en Gaza, donde el número de muertos se elevó a 901 y a 3.695 el de heridos. 

Según el jefe de los servicios de emergencia de la franja, Moawiya Hasanien, 38 personas murieron y al menos 80 resultaron heridas por los ataques que las fuerzas israelíes comenzaron de madrugada y proseguían a primera hora de la noche. 

Hasanien precisó que se trata de una de las jornadas “más sangrientas” en dieciséis días de ofensiva israelí. 

El barrio de Sheij Aylin, en la periferia de Gaza ciudad, fue escenario por la mañana de un encarnizado combate terrestre, cuando milicianos de Hamas y de otros grupos armados hicieron frente a tropas israelíes de infantería que penetraron en el área. 

Tras retirarse los soldados israelíes, que recibieron el apoyo de una columna de vehículos blindados, las ambulancias recogieron de las calles los cadáveres de doce combatientes palestinos. 

Seis civiles perdieron la vida en el bombardeo de su vivienda en Beit Lahia, en el norte de Gaza, y seis más lo hicieron en distintos ataques en otros puntos de la franja. Testigos informaron que entre las víctimas del barrio de Tal el-Hawa, en la capital de Gaza, figuraban dos niños. 

Otros cinco civiles perdieron la vida por el disparo de un tanque contra dos viviendas de Yebalia, en el norte del territorio. 

La aviación israelí comenzó sus operaciones con bombardeos aéreos contra unos sesenta blancos, entre los que figuró una mezquita de la localidad de Rafah, en el sur de la franja, que según el Ejercito de Israel era utilizada por los grupos armados como arsenal. 

La zona fue de nuevo bombardeada por la tarde para destruir túneles con el vecino Egipto que los grupos utilizan para aprovisionarse de armas, munición y elementos para sus cohetes. 

También fue bombardeada la vivienda de Ahmed Yabri, el jefe del brazo armado de Hamas –las Brigadas de Ezedín Al-Kasam–, que como el resto de líderes del movimiento islamista pasaron a la clandestinidad al iniciarse la ofensiva israelí. 

Otros blancos fueron los ministerios de Cultura y de Asuntos para las Mujeres, que resultaron destruidos. 

El primer ministro israelí, Ehud Olmert, ordenó ayer que prosiga la ofensiva y aseguró que “se acercan” los “objetivos” que su país se ha marcado en la franja. 

Olmert precisó que “hemos tenido logros impresionantes en la operación contra la organizaciones terroristas” pero que “hace falta más paciencia, determinación y valentía” para alcanzar la meta de “cambiar la realidad de seguridad en el sur” de Israel. 

“No debemos echar a perder en el último minuto el esfuerzo nacional sin precedentes que se ha logrado de restaurar el espíritu de unidad del pueblo de Israel. Los israelíes deben tener paciencia y voluntad para ello”, dijo.

Bombas de fósforo

Hamas denunció ayer el posible uso por Israel de bombas de fósforo blanco en zonas habitadas por civiles en Gaza, en contra de las exigencias de la legislación internacional. 

“No tenemos pruebas, porque en Gaza no tenemos laboratorios en los que podamos hacer los análisis, pero todo indica que el Ejército israelí utiliza bombas de fósforo blanco en zonas altamente pobladas”, dijo Hasan Yalaf, viceministro de Sanidad del Gobierno de Hamas.

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