Según ha informado la Policía en un comunicado, los agentes contactaron con un policía británico que trabaja en la zona, quién les explicó que había visto como una persona que se bajaba de un vehículo recogía del suelo lo que parecía haber sido el dinero perdido.
Con ese dato, la dotación policial se dirigió a la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía para interponer la preceptiva denuncia, mientras que el propietario de los 6.000 euros se quedó en el lugar a la espera de que volviese el propietario del coche en cuestión.
Una vez regresaron los policías, comprobaron cómo la persona que había encontrado los 6.000 euros se los entregaba a su legítimo propietario.