En una resolución conjunta, populares (PPE), socialistas (S&D), liberales (ALDE) y verdes (Greens/ALE), acordaron mostrar su rechazo a la restricción de la libertad de circulación impulsada por Francia e Italia como medida de defensa ante la llegada de miles de inmigrantes y refugiados a la UE como consecuencia de la primavera árabe.
El pasado 24 de junio, los Veintisiete decidieron redactar un nuevo reglamento de Schengen par incluir una cláusula de salvaguarda que da alas a la introducción controles fronterizos nacionales para hacer frente a circunstancias "excepcionales" que pongan en peligro el funcionamiento general del acuerdo, circunstancias entre las que está prevista una especial presión migratoria.
Sin embargo, el Parlamento Europeo considera que "cualquier nueva exención de las normas actuales, tales como nuevas razones para reintroducir excepcionalmente los controles fronterizos, no reforzará de ninguna manera el sistema de Schengen", como defendieron los gobiernos de la UE tras la decisión.
La Eurocámara señala en su resolución que la llegada de inmigrantes y solicitantes de asilo a las fronteras exteriores "no puede considerarse en ningún caso, por si mismo, un motivo adicional para el restablecimiento de los controles fronterizos".
Los eurodiputados dicen "lamentar enormemente" además el intento por parte de varios Estados miembros de restablecer los controles fronterizos poniendo claramente en peligro el espíritu mismo del acervo de Schengen, en referencia directa a Dinamarca, que el martes blindó sus fronteras internas con Suecia y Alemania.
Así, para los eurodiputados el reglamento de funcionamiento de Schengen debería quedar tal y como está.