Con un elegante estilo de lo más sencillo, todo en riguroso negro, Letizia Ortiz lució una falda larga de raso y con el volumen justo y necesario para esconder sus finísimas piernas que combinó con un top de manga corta y ajustado y zapatos del mismo color.
La Princesa de Asturias demostró que este tipo de look le sienta como un guante. Además, la esposa de Don Felipe se atrevió a lucir un poco más de maquillaje de lo habitual lo que hizo que, en conjunto con su atuendo, contrastara con la Reina Sofía y su colorido vestido rojo.
Aunque, lo que más sorprendió del estilo de Doña Letizia fue, sin duda, su original recogido romántico con flequillo hacia un lado y mechones sueltos a base de bucles que le daba cierto aire romántico. Como colofón final, adornó su peinado con la típica tiara propia de este tipo de eventos, la misma que llevó el día de su boda, la diadema de los Hannover.
La Reina Sofía, una vez más, no volvió a defraudar. De rojo pasión, con escote cuadrado y manga larga, la mujer del Rey aportó el toque de sobriedad y elegancia extrema. Por su parte, la esposa del presidente chileno acertó de pleno con un vestido en plata y strass.