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Cádiz

Gana 2,7 millones y se entera al ir a echar otra Primitiva tras trece días

Un hombre residente en Lugo de Llanera (Asturias) había ganado 2,7 millones de euros en la lotería Primitiva y no se enteró hasta trece días después, al ir a sellar otro boleto y darle la noticia la quiosquera donde solía probar suerte en este juego de azar, siempre con la cantidad mínima de 1 euro.

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Un hombre residente en Lugo de Llanera (Asturias) había ganado 2,7 millones de euros en la lotería Primitiva y no se enteró hasta trece días después, al ir a sellar otro boleto y darle la noticia la quiosquera donde solía probar suerte en este juego de azar, siempre con la cantidad mínima de 1 euro.

Mari Carmen Fernández, que regenta el quiosco-papelería Mafalda, ha explicado a Efe que el hombre llegó el miércoles 11 sobre las cinco y media de la tarde y pidió, como hacía habitualmente, que le diera un boleto de 1 euro para el sorteo del jueves y otro de 1 euro para el del sábado, y que le revisara si tenía premio o reintegro en los anteriores.

“Jolín, cómo me suenan los números”, pensó ella en cuanto los vio, pues le recordaron a los premiados en el sorteo del 28 de octubre, cuyo único acertante de máxima categoría validó su apuesta en su quiosco y le correspondían 2.703.084,90 euros, aunque nadie sabía quién era el agraciado, ni él mismo.

Mari Carmen se dio cuenta de que tenía delante al “millonario”, y tras comprobarlo en la máquina, que señaló que era un “premio superior” al que se abona en un despacho, le dijo al hombre que le acompañara al fondo de la tienda, porque había otros dos o tres clientes en la papelería.

“Eso es mentira, no me engañes”, explica la quiosquera que le dijo su cliente al ser informado de que le correspondían 2,7 millones; luego se llevó las manos a la cabeza, dio paseos por la tienda, parecía que no lo asimilaba, pero tampoco mostraba euforia.

El agraciado le explicó que esas dos semanas había estado “de viaje” y que él nunca mira si sus números son premiados hasta que acude a echar una nueva Primitiva y pide que le revisen los anteriores.

Tras dar paseos por la tienda, el hombre se preocupó sobre qué podía hacer a esas horas de la tarde con el boleto premiado y ella le dijo que la Delegación de Loterías y Apuestas del Estado en Oviedo abre por las tardes y que allí podía llevarlo; lo que hizo, según le informaron después desde el organismo.

Antes de irse del quiosco, el hombre le dijo que él había ido a por sus boletos de esa semana.

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