Según informaron ayer las autoridades locales, los últimos aludes e inundaciones han tenido lugar en el oeste de China, en concreto en las provincias de Sichuan y Shaanxi, además de Gansu.
Las intensas lluvias que afectan al territorio chino han desencadenado nuevos accidentes con más daños personales, que se suman a las 1.744 víctimas de la gran avalancha del pasado domingo en Zhouqu.
Las autoridades chinas muestran casi una semana después esperanzas de hallar más supervivientes. "Rastrearemos cada posibilidad para encontrar supervivientes", declaró a la agencia Xinhua Zhang Guiquan, del Ejército de Liberación Popular (ELP), que coordina las tareas de rescate.
En el peor incidente conocido ayer y que se registró en la comarca de Longnan han muerto 20 personas y otras 16 están desaparecidas.