Alcaldes, ecologistas y el Gobierno regional están “satisfechos” de como ha reaccionado la naturaleza en la decena de municipios afectados por las llamas que se propagaron el 16 de julio de 2005 desde una barbacoa que prendieron unos excursionistas junto a La Cueva de los Casares, en La Riba de Saelices.
Pese a que el paisaje no volverá a recuperar su esplendor hasta dentro de cuarenta o cincuenta años, ya se pueden apreciar algunos pinos de un metro de altura que han rebrotado.
En las áreas repobladas, unas 1.200 hectáreas, además del pino rodeno también se han introducido otras especies arbóreas como el quijigo, melojo y algo de encina.